Es un hecho que el cine es un dispositivo ideológico, con influencias educativas gracias a la ordenación arbitraria e inmediata de su discurso con la realidad y permite la transmisión de actitudes, normas y valores, a través de su consumo masivo.
El espectador que asiste a la proyección de una obra cinematográfica, por lo general pasa por alto los planos, escenas y secuencias que está viendo, por lo general, ir al cine tiene un componente de esparcimiento. Sin embargo, es posible que ese grupo de elementos técnicos que son pasados por alto, se conjuguen para transmitir de una forma a veces directa y otras indirectas diversos mensajes de los modelos humanos y la pluralidad de comportamientos sociales. Igualmente es importante tener en cuenta que el cine proporciona un espacio formativo multidimensional que apoya el desarrollo de herramientas de expresión creativa a través de diversas manifestaciones artísticas, que facilitan el desarrollo de grupos creativos.
Es por esta razón por la cual el Centro de Arte y Cultura por medio de su programa Cine Memoria Social, ha buscado formar el público tadeísta para que tuvieran un acercamiento a las producciones de la emergente industria cinematográfica colombiana, buscando generar un criterio al consumir la producción nacional, enfrentándolos con las historias que nuestros realizadores están escribiendo.
“Cine Memoria” es este momento se a convertido en un programa que le da ese espacio al cine colombiano, un espacio que ha sido minúsculo en las salas de cine comercial, convirtiendo al Bienestar Universitario (Centro de Arte y Cultura) en un espacio en el que es posible apreciar lo que somos los colombianos. Es el componente social que nos permite reconocernos en una pantalla como actores sociales y culturales, saber que estamos construyendo una industria cultural, que abre las puertas a generaciones enteras de egresados tadeísta, que se desempeñarán en diferentes escenarios dentro de las producciones cinematográficas colombianas.
Así mismo y buscando permear a más público, se generan acercamientos con AsoSandiego en el Parque Bicentenario donde se está trabajando desde el primer semestre de 2017 proyectando diferentes ciclos de cine donde se destacan el Ciclo de Chaplin con musicalización vivo por parte de Rafael Ochoa, integrante del ensamble musical del Centro de Arte y estudiante del programa de Cine y televisión Utadeo.
Igualmente, con la Corporación de Universidades del Centro, para llevar el cine colombiano a la localidad de la Candelaria, en casas culturales que están ubicadas en los barrios Belén, Egipto y Santa Bárbara. Generando un espacio de esparcimiento en los habitantes del sector, buscando un impacto social, puesto que el 52% de la población está dentro de un nivel socioeconómico bajo, imposibilitando acceder a una sala de cine. dichos barrios, son presentados por estudios realizados a cargo de “La Secretaria Distrital de Acción Social” como zonas vulnerables por concentración de problemas sociales, de tal forma, una programación de cine que busque generar otro tipo de dinámicas a la población, que está en condición de vulnerabilidad, impactará de forma positiva a la localidad.
Es así como también se dará inicio a la proyección del Ciclo de Cine Colombiano en la Casa Cultural Concordia desde el próximo viernes 13 de octubre a las 3 de la tarde, este primer ciclo estará compuesto por "Al final del Espectro" dirigida por Juan Felipe Orozco y se destacó por alcanzar el primer lugar en taquilla en Colombia en su semana de estreno; "Siempreviva" dirigida por Klych López, película que narra la lucha de una familia por encontrar a su hija menor, desaparecida durante la Toma del Palacio de Justicia en 1985 en Colombia; y "Saluda al diablo de mi parte" película de los hermanos Juan Felipe y Carlos Esteban Orozco.