El debate Medios de comunicación en Colombia: La responsabilidad en la guerra y el protagonismo en la paz, que tuvo lugar el Salón de la Constitución del Congreso de la República el pasado 5 de septiembre, fue promovido por el Instituto de Altos Estudios Europeos y la Red Internacional de Universidades para la Paz. Fue un ejercicio crítico sobre el oficio del periodista y la manera en que los medios comunican el conflicto interno armado en el país.
José Alejandro Cepeda recalcó preguntas clave en el ejercicio periodístico: ¿cuál es el papel de los medios en los procesos de conflicto armado? ¿Cómo hemos contado el conflicto? Para él, es clara la ausencia de buenos analistas en los medios de comunicación nacionales.
Julio Cesar Herrero considera que existen tres obsesiones periodísticas que no logran consolidarse: la objetividad, la neutralidad y la independencia. De este modo, el panelista reflexiona: ¿se puede ser independiente de las ideas propias? Finaliza su intervención afirmando que lo importante para los periodistas no es ser los primeros en contar los acontecimientos, si no contarlos bien.
Por su parte, Ricardo Galán señaló que el periodismo nace el en el país con una clara connotación política relacionada con prensa partidista y con medios de comunicación propiedad de familias que han ostentado poder político. Luego del denominado Proceso 8000, se evidencia un cambio hacia el periodismo corporativo y la militancia de algunos periodistas a la oposición del gobierno (Samper). Actualmente, los medios se limitan a cubrir el día a día.
Luego, Vladimir Flórez (Vladdo) considera que la objetividad no es posible, pues la escogencia de la notica es un hecho subjetivo. Según él, la independencia existe en la medida que se dice o calla según la conciencia del sujeto y no de acuerdo a la conciencia ajena. Para Vladdo, la autocensura no existe, pues si existiera sería pasarle al periodista la responsabilidad de las amenazas exógenas a su labor.
Para María Alejandra Villamizar, el periodista no puede violar ciertas normas éticas: ni la verdad, ni los culpables se deben ocultar. Afirma la panelista que el caso colombiano no se puede cubrir como se hace en una guerra regular, puesto que aquí no hay acceso a la contraparte, es decir, a los grupos insurgentes. Es por eso que la gente de la ciudad considera el conflicto como algo lejano.
El evento finalizó destacando que los periodistas tienen sus propias posturas respecto al conflicto armado. Por su parte, a los medios de comunicación se les asocia a intereses corporativos que pueden vincularse en la selección de información. Se especificó también que los periodistas en Colombia se dedican a cubrir la guerra más que a las iniciativas de paz.
El debate Medios de comunicación en Colombia: La responsabilidad en la guerra y el protagonismo en la paz, que tuvo lugar el Salón de la Constitución del Congreso de la República el pasado 5 de septiembre, fue promovido por el Instituto de Altos Estudios Europeos y la Red Internacional de Universidades para la Paz. Fue un ejercicio crítico sobre el oficio del periodista y la manera en que los medios comunican el conflicto interno armado en el país.
José Alejandro Cepeda recalcó preguntas clave en el ejercicio periodístico: ¿cuál es el papel de los medios en los procesos de conflicto armado? ¿Cómo hemos contado el conflicto? Para él, es clara la ausencia de buenos analistas en los medios de comunicación nacionales.
Julio Cesar Herrero considera que existen tres obsesiones periodísticas que no logran consolidarse: la objetividad, la neutralidad y la independencia. De este modo, el panelista reflexiona: ¿se puede ser independiente de las ideas propias? Finaliza su intervención afirmando que lo importante para los periodistas no es ser los primeros en contar los acontecimientos, si no contarlos bien.
Por su parte, Ricardo Galán señaló que el periodismo nace el en el país con una clara connotación política relacionada con prensa partidista y con medios de comunicación propiedad de familias que han ostentado poder político. Luego del denominado Proceso 8000, se evidencia un cambio hacia el periodismo corporativo y la militancia de algunos periodistas a la oposición del gobierno (Samper). Actualmente, los medios se limitan a cubrir el día a día.
Luego, Vladimir Flórez (Vladdo) considera que la objetividad no es posible, pues la escogencia de la notica es un hecho subjetivo. Según él, la independencia existe en la medida que se dice o calla según la conciencia del sujeto y no de acuerdo a la conciencia ajena. Para Vladdo, la autocensura no existe, pues si existiera sería pasarle al periodista la responsabilidad de las amenazas exógenas a su labor.
Para María Alejandra Villamizar, el periodista no puede violar ciertas normas éticas: ni la verdad, ni los culpables se deben ocultar. Afirma la panelista que el caso colombiano no se puede cubrir como se hace en una guerra regular, puesto que aquí no hay acceso a la contraparte, es decir, a los grupos insurgentes. Es por eso que la gente de la ciudad considera el conflicto como algo lejano.
El evento finalizó destacando que los periodistas tienen sus propias posturas respecto al conflicto armado. Por su parte, a los medios de comunicación se les asocia a intereses corporativos que pueden vincularse en la selección de información. Se especificó también que los periodistas en Colombia se dedican a cubrir la guerra más que a las iniciativas de paz.