Educar en Derechos Humanos, una exigencia para el posconflicto
'Educar para educar en derechos humanos: los retos del camino hacia la paz', fue la discusión que la maestría en Ciudadanía y Derechos Humanos de Utadeo planteó con el fin de analizar la importancia de que los profesiones se formen para educar en derechos humanos, ante la exigencia de una Colombia que quiere estar en paz.
El conversatorio, que se llevó a cabo el 6 de julio en la Biblioteca Museo Casa Lleras, recogió valiosas ideas sobre la educación en Derechos Humanos en Colombia, especialmente, en el marco del relanzamiento de este programa de posgrado que tiene un fuerte componente en educación.
“Esta maestría se ha convertido en uno de los programas más cercanos al corazón que hay en la Facultad de Ciencias Sociales. En un escenario de pos conflicto, al que ya nos estamos enfrentando, es muy importante que todos nos apropiemos del tema de los Derechos Humanos (DD. HH.)”, señaló la decana de la Facultad de Ciencias Sociales de Utadeo, Sandra Borda.
De izquierda a derecha: César Osorio Sánchez, Rodolfo Arango, Sandra Borda y Mauricio Hernández Mondragón.
Tres invitados conformaron el panel que compartió, desde la experiencia profesional y humana, ideas que aportan al debate de la educación para la paz en el país.
César Osorio Sánchez, asesor de la dirección de Archivos de Derechos Humanos del Centro Nacional de Memoria Histórica, señaló que la pedagogía implica siempre procesos de cambio cultural, pues al educar se busca formar cierto tipo de personas, de ciudadanos.
Según Osorio, los procesos de exigencia de derechos, usualmente, van de la mano con procesos de educación, por eso tal “exigencia no es solo un proceso jurídico sino cultural”.
Así mismo, destacó la importancia del material de archivo en esta materia e hizo un llamado a recuperar el valor pedagógico del mismo.
Por otro lado, Mauricio Hernández Mondragón, representante del Instituto Colombiano de Derechos Humanos, explicó que, al parecer, existe un vacío en la formación para educar en derechos humanos y destacó la importancia de programas como el que ofrece Utadeo.
Hernández considera que la formación en derechos humanos no debe ser asumida solamente por el Estado, sino que se trata de una formación comunitaria y familiar.
En un auditorio lleno, Carlos Andrés Gómez, director de la maestría, dio apertura al evento.
Finalmente, Rodolfo Arango, profesor titular del Departamento de Filosofía de la Universidad de los Andes, señaló que existe cierto escepticismo frente a los derechos humanos. Por eso, si son vistos solamente como un asunto cultural y no metafísico -de la emoción- pueden desaparecer.
Ejemplo de lo anterior es la decisión de algunos jefes de Estado de retirarse de convenciones y tratados internacionales de derechos humanos, sin importar los procesos jurídicos y culturales. ¿Pero qué pasaría si se abordaran desde la emoción?
Arango citó la idea de Richard Rorty que se refiere a la posibilidad de asumir los derechos humanos desde la emocionalidad, pues históricamente hemos fracasado haciéndolo desde la razón y tal vez la repuesta esté en relaciones más profundas.