El Estrecho de Gerlache, un lugar emblemático del “Continente blanco”, caracterizado por sus épicos iceberg y majestuosas montañas rodeadas de hielo, es el destino que cerca de 71 tripulantes, entre ellos 46 investigadores nacionales e internacionales, emprendieron el pasado 16 de diciembre, luego que zarparan de la Base Naval de Cartagena en el Buque ARC 20 de julio de la Armada Nacional, en el marco de la Tercera Expedición de Colombia a la Antártida.
Dentro de la tripulación que hace historia para la ciencia de nuestro país se encuentra el tadeísta Andrés Franco, director del Departamento de Ciencias Biológicas y Ambientales de Utadeo, quien colaborará en el estudio del plancton a lo largo de la costa Sudamericana y Ántártica con el ánimo de determinar si el cambio climático ha afectado la distribución de algunos de los organismos que habitan ese ecosistema y que posiblemente los ha obligado a migrar hacia otras latitudes más favorables. Esta será una de las 34 investigaciones multidisciplinarias que se realizarán en este continente “extremo”, no solo por su ubicación geográfica sino por sus condiciones climáticas y de terreno (Lea más: Tadeísta Andrés Franco hace parte de la Expedición de Colombia a la Antártida).
Desde la patrullera oceánica colombiana, comandada por el Capitán de Navío Ricardo Torres, quien es el jefe científico de la Expedición, Andrés Franco realiza una bitácora de esta travesía, la cual finalizará el 1º de marzo cuando la embarcación atraque en Cartagena.
El relato de un tadeísta en el “Continente blanco”
En medio de la ansiedad que caracteriza este tipo de expediciones, el 14 de diciembre sería un día crucial para los tripulantes del ARC 20 de julio, pues se realizó el alistamiento de materiales y equipos al buque, el cual se encontraba atracado en el muelle Alfa 1 de la Base Naval ARC Simón Bolívar de Cartagena.
Dos días después, el 16 de diciembre, a las 5:00 p.m., Andrés Franco junto con sus compañeros de Expedición recibieron una emotiva despedida por parte de la Armada Nacional, ceremonia que fue presidida por el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, en la que se les deseó “buen viento y buena mar” y éxitos en las investigaciones oceanográficas, biológicas, médicas y de ingeniería a emprender en un terreno dominado por lo impredecible. Una hora después, el ARC 20 de julio zarpó con destino a Chile.
Luego de trece días de viaje oceánico, el ARC 20 de julio atracó el 29 de diciembre en el Puerto de Valparaíso, en costas chilenas, con el fin de realizar un reabastecimiento general. En tierras australes, Andrés Franco, en calidad de científico de Utadeo, en compañía de miembros del Centro de Investigaciones Hidrográficas y Oceanográficas (CIOH) y el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), visitaron el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile, con el propósito de presentar los proyectos de investigación que se adelantarán en la Tercera Expedición de Colombia a la Antártida.
El intercambio de información entre la delegación científica colombiana y sus homólogos chilenos continuaría el 30 de diciembre con la visita al buque oceanográfico Cabo de Hornos, considerada una de las cuatro mejores embarcaciones en Sudamérica para la investigación científica. En la tarde de ese mismo día, investigadores de ambas naciones llevaron a cabo un taller de oceanografía en el Centro de Estudios Avanzados de la Universidad de Playa Ancha, ubicada en Viña del Mar. En ese espacio se gestionó la creación de una red de cooperación entre los científicos colombianos de la Expedición Antártica y académicos chilenos.
A más de 7500 kilómetros de distancia de sus familias, la delegación colombiana en la Expedición Antártica recibió el año nuevo zarpando de Valparaíso con destino hacia Punta Arena. El 4 de enero, el ARC 20 de julio ingresó a los Canales Patagónicos, ubicados en la región austral de Chile, los cuales desde hace aproximadamente 6000 años hasta finales del Siglo XX sirvieron como sistema fluvial para el pueblo Kawésqar que habitaba esa región del país.
Tres días más tarde, el 7 de enero, la embarcación colombiana arribó a Punta Arenas, con la intención de realizar el alistamiento final que los conducirá al Paso Drake como puerta de entrada al continente blanco. Durante tres días los expedicionarios estuvieron en el puerto, tiempo en el cual visitaron el Instituto Antártico Chileno y la Universidad de Magallanes, ocasión que sirvió para que esta última institución firmara con Utadeo un convenio de cooperación académica y de investigación.
El 9 de enero en horas de la mañana, los miembros de la misión intercambiaron información de actividades y experiencias científicas polares con el Instituto Antártico Chileno (INACH). Ya entrada la tarde, el ARC 20 de julio zarpó con rumbo hacia el “Continente blanco”, dando así inicio a la Campaña Antártica colombiana que se extenderá hasta el 4 de febrero, fecha en la cual finalizará la exploración en el Polo Sur Geográfico y retornarán a Colombia.
Sin embargo, tras un día de navegación por los canales del sur del continente, los expedicionarios comenzaron a experimentar las inclementes condiciones climáticas del lugar. Un frente frío de más de 25 nudos, así como olas superiores a los seis metros, obligaron a que el ARC 20 de julio fondeara a las 4:30 p.m. del 10 de enero en el Puerto Williams, ubicado en la provincia de la Antártica chilena, a la espera que se pueda llegar al Paso Drake, situación que solo pudo resolverse al medio día del 11 de enero, cuando la tripulación y los investigadores cruzaron este pasaje que separa a América del Sur de la Antártida.