Desde El Taller. 32 notas para la enseñanza y el aprendizaje del diseño gráfico, publicación de Editorial Utadeo, es el resultado de un análisis de cerca de 4 años de trabajo sobre la forma de trabajar en el taller de diseño, a través del cual sus autoras, María del Rosario Gutiérrez y Magdalena Monsalve, de Utadeo, y Mariluz Restrepo, de la Universidad Nacional, identificaron las particularidades y reconocieron sus prácticas pedagógicas con el fin de hacer un aporte a lo que significa aprender, enseñar y diseñar.
La publicación está escrita y diseñada para inquietar y mover sensibilidades, generar preguntas e iniciar conversaciones con la esperanza de cautivar y comprometer a los lectores a emocionarse con este hacer; es una conversación profunda con el diseño mismo.
En este foto-reportaje, comparta la experiencia en la voz de dos de sus autoras, María del Rosario Gutiérrez y Magdalena Monsalve, de Utadeo:
"El libro habla de 32 notas de diseño, en las que se acotaron todos los pensamientos sobre el tema. Lo que le da sentido y lo que nosotros queremos es un libro con el cual los estudiantes puedan interactuar, que les ayude para sus procesos de aprendizaje o para sus propuestas dentro y fuera de clase; lo mismo para que los profesores eventualmente lo usen para sus clases, pues tiene apartados donde aparecen postulados sobre el diseño gráfico, sobre lo que implica hacer clase y aparecen ejemplos donde esto se pone en juego".
"La idea de que el libro esté construido con notas es por que son ideas que están muy decantadas, pero que no pretenden ser un postulado teórico ni ser una única verdad. Aquí la pregunta como eje genera conversación con el otro; en el libro, hay un texto, hay un lector, hay una forma del libro en donde estos tres elementos se conjugan para que también, quién lo lee, termine de construir su propia idea sobre la estructura que estamos proponiendo".
"En el libro, las preguntas son un eje fundamental porque son un principio pedagógico que nosotros hemos pactado en clase, es decir, la pregunta como instancia que hace que el estudiante trabaje la respuesta, se pregunte a sí mismo, genere reflexión, avive la curiosidad; mientras que a los profesores las preguntas los cuestionan sobre lo que enseñan, sobre cómo lo enseñan y para qué lo enseñan y estos han sido procesos que para nosotros han sido claves durante la clase".
"Pedagógicamente trabajamos desde hace algunos años en unos modos en el taller que procuran que el estudiante participe activamente. Nosotros no solo dictamos contenidos sino que a través de los contenidos avivamos la reflexión en el estudiante y las preguntas, lo que permite que el estudiante haga una reflexión sobre el hacer, sobre lo disciplinar, pero también sobre lo que los otros muestran y aprenda de ellos. Creemos que es la manera de generar también una activación en el estudiante para que esté en constante movimiento intelectual. El aprendizaje siempre se produce en el otro, no hay ninguna posibilidad de que yo transmita el conocimiento, sino que desde lo que uno le abre al estudiante, él construye conocimiento. Lo resumimos en una frase contenida en el libro: El maestro abre, el alumno accede".
"El taller son una serie de metodologías de enseñanza en un espacio de aprendizaje. El taller se caracteriza por eso y lo escogimos por que ha sido la experiencia que hemos tenido al hacerlo. Para el diseño gráfico el taller es una forma y un espacio fundamental de enseñanza, en donde se aprende haciendo, se piensa y se reflexiona sobre lo que se hace, para después pensar qué es lo que se va a hacer. El taller es teoría y práctica pero es teoría que surge de la practica, nunca está por fuera de la práctica".
"Nosotras nunca pretendemos dar verdades por sentadas, pero sí damos a conocer nuestras posturas en el libro, por ejemplo cuando nosotros hablamos de diseño gráfico hablamos de una manera de tocar al otro desde una forma estética, desde una forma conceptual, desde una profesión que trabaja la forma pero siempre vinculada con la comunicación y con el sentido de la comunicación".
"En esta disciplina se genera una triple responsabilidad: El diseño gráfico siempre tiene responsabilidad con el otro, porque el diseño gráfico siempre tiene sentido con un otro; tiene una responsabilidad con la temática que se está trabajando; y se genera una responsabilidad consigo mismo como diseñador. Esa triada es el eje fundamental porque el diseño gráfico afecta y toca a las personas, conmueve, transforma, informa y a nosotras nos parece muy importante que los alumnos reflexionen sobre eso".
