El diseño como el amor es eterno mientras dura: Adolfo Grisales

Destacadas
El diseño como el amor es eterno mientras dura: Adolfo Grisales
Compartir en
Miércoles, Septiembre 17, 2014
Adolfo Grisales, de la Universidad de Caldas, habla de la relación de arte y diseño desde la perspectiva de la belleza.
Foto tomada por: Laura Vega - Oficina de Comunicación

Adolfo Grisales de la Universidad de Caldas, es director del doctorado de diseño y creación de la Universidad de Caldas, doctor en filosofía, docente del departamento de filosofía de la Universidad de Caldas. Es miembro del comité científico del doctorado de estudios territoriales y del doctorado de diseño y creación de la misma universidad. Actualmente es líder del grupo de investigación de filosofía y cultura. Cuenta con varias publicaciones con temas como el arte contemporáneo, el diseño, entre otros.

Su conferencia se tituló “El diseño y lo bello: artificio, apariencia y verdad”.

Adolfo preparó un texto que mezclaba su opinión personal con citas de reconocidos filósofos y otros autores, para dar un concepto de la belleza. “El tema corresponde a una larga reflexión, la belleza es una especie de tema tabú en el ámbito académico del diseño y sin embargo se da por obvia en la vida cotidiana. Es común pensar que cuando alguien quiere embellecer algo necesitamos un diseñador, por eso muchos no entienden la dimensión real del diseño”.

El diseño ha estado determinado por la moda como si el diseño fuera siempre un diseño de modas. Para él la mala reputación de la belleza comienza con el inicio de las vanguardias y atravesará todo el siglo XX. La relación del arte con la belleza ha sido tensa desde el momento en que se propone la belleza como criterio indicador de las artes en el siglo XVIII, fórmula que se empieza a desplazar por la idea de lo sublime. Se ha dicho que el arte ya no quiere ser bello, que la belleza es esencial para la vida pero no para el arte, que la belleza oculta la cruda verdad que debe mostrar el arte.

El propone una relación de arte y diseño desde la perspectiva de belleza. “Es posible y necesario comprender la belleza desde otro enfoque distinto al histórico, desde una perspectiva biológica y cognitiva, una pragmático – existencial y una perspectiva antropológica”.

El concepto de estética podría significar una cierta lógica de la sensibilidad cuyo reconocimiento genera placer.

Kant diferencia entre belleza natural y belleza artística, dice que un cuadro no se juzga de la misma manera que un atardecer, allí la experiencia estética está relacionada con ideas. Para Schiller la belleza es el punto de cruce entre el intelecto y la vida, la materialidad del mundo. Para Hegel la belleza es la manifestación del espíritu, de la voluntad.

El arte bello constituye para nosotros algo muy distinto a la antigüedad, hoy no es algo que se pueda ser sino que necesita ser entendido. Hoy la mayoría de las personas esperan del arte lo mismo que en la antigüedad.

El arte se ha convertido en algo muy intelectual y por lo mismo el arte ha dejado de decirle algo al común de los mortales y esto puede hacerse extensivo al diseño.

“Hemos reducido lo bello a algo que afecta de alguna manera los sentidos pero que no nos dice nada. La belleza sigue siendo vigente para comprender el arte, el arte como juego, como símbolo y como fiesta. El arte y lo bello solo son cuando se participa, son símbolo es decir que quiere decir algo y son otro punto de encuentro entre nosotros”.

El profesor Grisales también hizo referencia al gran crítico de arte y filósofo Arthur Danto, quien explica en su libro “El abuso de la belleza”, cómo se gestó la revolución contra la belleza y cómo fue derrocada por la vanguardia moderna. Danto sostiene que los modernos tenían razón al negar que la belleza fuera consustancial al arte; al mismo tiempo, sin embargo, la belleza es esencial para la vida humana y no siempre debe ser desterrada del arte. Danto sostiene que lo bello hace más llevadera la vida,  el arte se define como metáfora, como pensamiento encarnado.

El arte y el diseño toman distancia de lo bello por lo que tiene que ser satisfecho desde otras esferas. La dimensión artística es la diferencia entre un arquitecto o un diseñador y un ingeniero. Pero la diferencia entre diseño e ingeniería esta puesta en la dimensión humana - antropológica del diseño.

La posibilidad de disfrutar y aprehender la belleza es un rasgo humano. Lo bello tiene definiciones limitadas pues es más lo que oculta que lo que muestra, el culto a la belleza se ha convertido en discriminación.

La capacidad de experimentar lo bello requiere formación, lo bello tiene que ver con la sensibilidad, el placer y una forma de aprehensión de las cosas. El amor está íntimamente ligado a lo bello.

“Lo bello no se opone a lo cotidiano, ese es el logro de lo bello sentirnos como en casa, lo bello se alcanza cuando se integra a la vida de una comunidad”.

La belleza solo es tal porque aparece pero ese aparecer es un revelar, un dejar ver, un arte bello nos permite olvidar las injusticias.

Finalmente concluyó que hay que resituar lo bello en un ámbito antropológico, que las cosas bellas son compañía efectiva. Que un arte bello nos dice en el fondo: vale la pena seguir.

Dice que hay que reivindicar la belleza en el diseño, un diseño bello es un diseño poético.  “Necesitamos diseñadores que asuman que su tarea es preservar, que al menos por un instante algo se yerga, se eleva la inmortalidad por un instante”.

“Finalmente les quiero decir que debemos hacer un diseño de hacer habitable el mundo y cuidar el mundo, con pasión, sensibilidad y alegría; el diseño es una forma de ser. El diseño bello brota de un diseñador apasionado”, concluyó Adolfo.

Añadir nuevo comentario

To prevent automated spam submissions leave this field empty.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

Institución de Educación Superior sujeta a inspección y vigilancia por el Ministerio de Educación Nacional.