Gino Cala, un salvador para las abejas

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Gino Cala, un salvador para las abejas
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Jueves, Abril 12, 2018
Estudiantes
El ingeniero de alimentos tadeísta fue el fundador de Apisgreen, emprendimiento que introdujo a Colombia la apicultura urbana como concepto sostenible que busca salvar a las abejas de su extinción. A la fecha, ha instalado cerca de 80 colmenas, con un total cuatro millones doscientas mil abejas puestas a salvo. Actualmente trabaja con Utadeo en el primer apiario construido en guadua de la ciudad.
Fotografías: Alejandra Zapata - Oficina de Comunicación

Desde los primeros semestres en el programa de Ingeniería de Alimentos, durante los albores del inicio del milenio, en la mente del tadeísta Gino Cala rondaba una idea que hoy es tendencia en el mundo: emprender para innovar la manera como se suplen las necesidades alimenticias. Precisamente, Cala se siente un tadeísta afortunado, pues recibió en las asignaturas de pregrado todo lo concerniente a las tecnologías en carnes, lácteos y cereales, que inicialmente le abrieron puertas como profesional en plantas de producción de reconocidas empresas alimenticias del país, sector en el que acumuló más de siete años de experiencia laboral en temas como la elaboración y desarrollo de nuevos productos.

Tras graduarse en el 2006, siendo parte de la última generación de tadeístas que estudiaron bajo la modalidad semestralizada, Cala decidió ampliar sus horizontes y viajó a Nueva Zelanda. En este apartado lugar se daría el primer encuentro con las abejas, un pequeño insecto que cambiaría notoriamente su ‘chip’ emprendedor unos años más tarde.

Lo interesante de ese país, señala, es que es una potencia apícola. Allí se produce la conocida miel de Manuka, una de las más ricas en nutrientes y minerales que hay en el mundo, conocida por sus propiedades medicinales, especialmente en el tratamiento de alergias, gripes, dolores de garganta y numerosos tipos de heridas.

Apiario construido en guadua en Utadeo

Luego de regresar al país, decidió especializarse en Procesos y calidad. Su sueño emprendedor avanzaba aún más, al formular un proyecto que salió ganador en la convocatoria interna de la Universidad EAN, situación que le permitió cursar un programa de emprendimiento en la Universidad Sergio Arboleda. Así, con un compañero también tadeísta, Germán Giraldo, trabajó en un emprendimiento de alimentos naturales saludables, empresa que hoy aún se mantiene.

Sin embargo, Cala sabía que debía seguir generando opciones innovadoras en alimentos, esas que profesores como Ligia Rodríguez, en las asignaturas de Tecnología en grasas y aceites e Introducción a la Ingeniería, le inculcaron durante toda su carrera. Así nació en el 2017 Apisgreen, un emprendimiento dedicado a la fabricación de productos apícolas con un valor agregado, que detrás de ello alberga un propósito de conservación de unos aliados estratégicos para la humanidad, las abejas, insectos que se encuentran en vía de extinción debido a que el 20% de su población ha desaparecido en los últimos años. La amenaza es latente, pues como lo sostiene Cala, si esta especie se extingue, nosotros seguiríamos en la lista, debido a que estos animalitos polinizan una tercera parte de nuestros alimentos.

Es por ello que desde Apisgreen se aplicó una novedosa y sostenible alternativa, que ha sido un éxito en países del primer mundo como Estados Unidos, Francia e Inglaterra. Se trata de los apiarios urbanos, espacios donde las abejas vienen del campo a la ciudad, brindándoles así una mejor calidad de vida. Las colmenas que se agrupan en estos apiarios son amigables con el ser humano, pues se buscan tres genes de la abeja apis mellifera orientados a la higiene, la productividad y la mansedumbre, última característica que, contrario al pensamiento popular, las hace inofensivas frente a las personas, razón por la que pueden vivir entre nosotros.

El tadeísta Gino Cala creó en 2007 el emprendimiento Apisgreen.

Las abejas encontraron en la ciudad su nuevo hogar, - comenta Cala-. Ellas saben de alguna manera que en los campos y las áreas rurales están siendo envenenadas, pero llegan a las ciudades porque no se fumigan con la intensidad que se hace en el campo. Esto implica facilitarles el trabajo a ellas, reubicando los enjambres que se encuentran en la ciudad y darles el manejo para que podamos tener productos apícolas saludables y que ellas mejoren su calidad de vida en un entorno urbano”, sostiene el tadeísta, al enfatizar que Apisgreen selecciona genéticamente las colmenas con las mejores reinas y hace un manejo responsable de estas, teniendo en cuenta criterios ambientales que contribuyan al bienestar del insecto, entre ellas abundantes zonas verdes y florales.

Tras diez años, Cala volvió a su Alma máter, esta vez con el propósito de instalar el sexto apiario urbano en Bogotá, aprovechando la cercanía de la terraza del Edificio Administrativo de Utadeo con los cerros orientales y otras zonas verdes del centro de la ciudad.

El apiario que aquí se construye hace parte de un convenio suscrito entre la Universidad y Apisgreen, donde Tadeo Lab, con el profesor Germán Benavides, funcionarios y estudiantes, construyeron la estructura en guadua del apiario, primera en la ciudad en utilizar dicho material.

“Estuve aplicando para mi emprendimiento un concepto que se llama cradle to cradle, que se basa en tres pilares. El primero es la biodiversidad, y las abejas cumplen con este concepto. El segundo pilar es el manejo de energías renovables, y ellas también lo tienen pues manejan un ‘GPS’ biológico basado en el sol, que les permite orientarse y volver a la colmena. Y el tercero tiene que ver con los materiales. Evidentemente la guadua es un material que puede tener un concepto sostenible y la idea es que lo que construyamos actualmente no afecte a las futuras generaciones, y eso está acorde a la apicultura urbana”, argumentó Cala, quien espera poder replicar y llevar la guadua a otras de las estructura que instalará Apisgreen.

 

Un futuro próspero para Apisgreen

Según cifras de Cala, su emprendimiento ha instalado alrededor de 70 y 80 colmenas, número que equivaldría a cerca de cuatro millones doscientos mil abejas, teniendo en cuenta que cada colmena puede llegar a albergar entre 60.000 a 80.000 individuos, un año después de ser instalada.

Sin embargo, la idea no es invadir la ciudad con abejas sino más bien instalarlas en lugares seguros. Para ello, el siguiente paso será iniciar actividades de educación a los ciudadanos, para que estos convivan con ellas de manera responsable, y así entablar una relación simbiótica: “queremos concientizar a las familias de que podemos tener abejas en nuestros hogares y floración amigable con ellas”, apunta Cala.

El emprendimiento actualmente administra en compañía los apiarios de la Universidad Javeriana y la EAN y próximamente trabajarán en un proyecto de Conservación Internacional en el barrio Bosque Calderón (Chapinero), donde se trabajará con comunidades vulnerables, generando alternativas de ingreso económico a través de la apicultura urbana.

También se destacan la instalación de apiarios urbanos en las localidades de Usme, Ciudad Bolívar, Chapinero, Santa Fe y Sumapaz, con el apoyo de la Secretaría Distrital de Ambiente. Allí la idea será utilizar las abejas como protectoras de los bosques y restauradoras de los ecosistemas que anteriormente fueron deteriorados por la acción del hombre.

Finalmente, el emprendedor instó a las nuevas generaciones de ingenieros de alimentos a trabajar por la innovación en los alimentos naturales, una tendencia en el mundo y una gran oportunidad para trabajar, que ya se posicionó en nuestro país: “En alimentos hay muchas cosas por hacer. Hay poblaciones de la tercera edad o con enfermedades a las que es difícil encontrar alimentos en el mercado que los puedan ayudar”.

El tadeísta recomienda acercarse a la Oficina de Emprendimiento de la Universidad para cumplir los sueños de ser independientes, y así hacer del sector alimenticio un renglón sólido en la economía del país.

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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