La Sala de Arte y Juego, un lugar para disfrutar del paisaje
Esta infinidad de paisajes ha sido retratada a lo largo de la historia en diferentes pinturas e incluso billetes, que dan cuenta de cómo se ha venido, y cómo hemos venido, transformando nuestro entorno. Por esta razón, y con el objetivo de darle el lugar que se merece, reflexionar sobre el paisaje se convirtió en el eje central de la más reciente versión de la Sala de Arte y Juego del museo Casa de Moneda, dentro de la que se incluyen obras de diferentes periodos históricos y que hablan de nuestro país.
“Se decidió volver la sala un paisaje. Surgió la idea de hacer árboles, de poner un sol al final” –comenta Alberto Saldarriaga, decano de la Facultad de Artes y Diseño de Utadeo. “Es una sala distinta. Lo que importa es que los niños entren y jueguen, brinquen, salten. Todo en la Sala puede ser de interacción, sin nada electrónico. Es un principio interesante: es una vivencia directa, no hay botones que espichar”.
La propuesta de la Sala de Arte y Juego se construyó de manera conjunta entre la Fundación Amigos de las Colecciones de Arte del Banco de la República, la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad y TadeoLab. Este proyecto empezó en el 2015 e incluyó a Utadeo por su nicho académico, dentro del que se integran disciplinas como la arquitectura, la fotografía y los diseños gráfico, industrial e interactivo.
Las obras que hacen parte de la Sala, que se pueden observar a través de 32 agujeros al inicio, se encuentran en los diferentes museos de la manzana cultural ubicada en la carrera cuarta con calle 11. Se pueden consultar en la Casa de Moneda, que tiene la colección numismática, de monedas y billetes, el museo Botero y la colección de arte permanente del Banco de la República.
Para el gerente general del Banco de la República, Juan José Echavarría, “uno de los grandes retos que tienen hoy los museos reside en como acercarnos de manera efectiva a los diversos públicos y lograr que la relación con el arte sea una experiencia gratificante”.
Pensando en lo anterior, “las obras de arte sirvieron de inspiración para la concepción del espacio, para el diseño del mobiliario, de los dispositivos, para las imágenes que se incluyeron en las paredes y el suelo”, según explica Myriam Tobón, realizadora del guion museográfico de la Sala.
Adán y Eva en el Jardín del Edén, de Jan Brueghel, es la obra que inspiró el suelo que se observa en toda el espacio, comenta Catalina Quijano, directora de TadeoLab, el laboratorio de experimentación interdisciplinar en arte y ciencias de Utadeo. “Para hacer el suelo y el horizonte, se usó la paleta cromática de dos obras distintas. De cada una de ella se extrajo una hilera de pixeles, que luego se repitió más de dos mil veces y que muestra diferentes tonalidades”.
“Esta sala didáctica es una propuesta vanguardista muy interesante que permite una experiencia autónoma en el espacio”, afirma María Cristina Díaz, directora ejecutiva de la Fundación de Amigos de las Colecciones de Arte del Banco de la República.
A la inauguración de la Sala, que se realizó el 18 de enero, asistieron en otros, 32 niños de la Fundación Vida Nueva para Todos, del Banco de Bogotá. Según palabras de Dayanna Sofía Soto una de las estudiantes, “la Sala es muy chévere, muy bonita. Las luces en el piso, en los árboles… es muy chévere todo”.
