Del 17 al 22 de octubre se llevó a cabo en la ciudad de Santa Marta la decimosexta versión del Congreso Latinoamericano de Ciencias del Mar (Colacmar) y el Seminario Nacional de Ciencias y Tecnologías del mar (Senalmar). La cita con nuestros mares y océanos contó con 860 asistentes, más de 130 expositores en 23 simposios y cinco mini cursos. Utadeo además de integrar el comité organizador del evento de ciencias marinas más importante de la región, hizo parte activa del Congreso a través de un stand informativo y los grupos de investigación adscritos a la línea de investigación de Dimarco (Dinámica y Manejo de Ecosistemas Marítimos y Costeros) que participaron en los diferentes simposios. De igual manera, la Universidad fue epicentro de tres mini cursos en los que se abordaron las temáticas de Telemetría Conservación de Tortugas Marinas, Sostenibilidad en espacios marinos y costeros y la Hidroacústica aplicada a ciencias marinas.
Una Universidad comprometida con la preservación marina
“Todo necio confunde valor con precio”, fue una de las principales enseñanzas que la profesora Sandra Vilardy, adscrita a la Universidad del Magdalena, impartió en el mini curso “Introducción a las Ciencias de la Sostenibilidad en espacios marinos y costeros”, discusión académica que contó con el apoyo de la Comisión Colombiana del Océano (CCO), el Instituto Humboldt y Utadeo. El curso tenía como propósito brindar herramientas de análisis socio-ecológicos, a partir de los cuales tanto estudiantes, investigadores y funcionarios puedan tomar decisiones frente a los nuevos retos del desarrollo sostenible en las zonas costeras de nuestro país.
En el minicurso, Villardy aseguró que la biodiversidad tiene múltiples valores pero no todos son monetarios, puesto que la valoración económica sólo permite un marco de referencia transaccional. Sin embargo, insistió que es necesario visualizar las diferentes percepciones e intereses de los distintos actores sociales, así como lograr evaluar el impacto de las políticas de gestión sobre el ecosistema marítimo. De esta manera, la docente sostuvo que el bienestar humano usualmente se relaciona con lo material, el Producto Interno Bruto o la capacidad adquisitiva de los individuos. Pese a ello, el nivel de vida no es lo mismo que el bienestar humano, en la medida que los valores culturales y espirituales tienden a sufrir un deterioro y no se les brinda la importancia necesaria.
Villardy argumentó que si bien es importante la renta per cápita cuando las necesidades están satisfechas o cumplidas, el problema es cuando se promueven otros alcances al bienestar humano. De esta forma, la profesora expuso diferentes visiones sobre el hombre como animal económico. Así pues, Smith menciona que la mano invisible del mercado forma las conductas egoístas en bienestar social, a través de la propiedad privada y la economía capitalista. Otros enfoques, como los de la economía antropológica supone que no todos los sistemas están basados en el mismo principio, especialmente aquellas economías tribales. En ese sentido, algunas comunidades primitivas trabajaban lo justo para cubrir las necesidades esenciales, pues consideraban que la vida iba más allá de lo económico. Finalmente, posturas como el constructivismo social argumenta que todos tenemos la posibilidad de convertirnos en seres altruistas o egoístas, dado que es el contexto social el que determina qué aspecto se manifiesta.
Por su parte, en el mini curso sobre “Telemetría Satelital y variabilidad genética como herramienta de vanguardia para la conservación de tortugas marinas” buscaba generar herramientas básicas sobre la realización de este tipo de proyectos en procesos de conservación in situ y ex situ. El curso fue una experiencia práctica para estudiantes nacionales y extranjeros, quienes tuvieron la oportunidad de realizar pruebas de morfometrías, marcaje, tomas de muestras y extracción genética a ejemplares de la Tortuga Caguama (Caretta Caretta) en laboratorio.
Estas prácticas científicas tienen como fin conocer el estado y las características de la población de esta especie que se encuentra en las costas colombianas, así como determinar si se disminuye o sigue igual la variabilidad genética. Este procedimiento es realizado mediante la técnica de PCR o Reacción en Cadena de la Polimerasa, técnica que permite la amplificación de un fragmento del ADN, lo cual facilita la identificación de virus o bacterias causantes de enfermedades en esos organismos.
En ese mismo sentido, la telemetría satelital permite que los científicos puedan estudiar sus conductas migratorias, profundidad, tiempos de buceo, y del mismo modo, protegerlos en las playas y en el mar, teniendo en cuenta que estas especies se encuentran en vía de extinción, puesto que son cazados o capturados indiscriminadamente. En el marco de las actividades de este curso, cerca de veinte Tortugas Caguama de tres meses de edad fueron transportadas al acuario dispuesto en el stand de Utadeo en el Hotel Estelar Santamar, con el animo que los asistentes a Colacmar – Senalmar conocieran de primera mano los trabajos realizados por la Institución en materia de guardería de tortugas. El espacio estaba compuesto por tres niveles, el primer piso estaba recubierto por piedra de filtro, el segundo contenía arena de mar, mientras el tercer piso estaba compuesto por piedra para tortuga, el cual tenía la función de filtrar los desechos orgánicos arrojados por las tortugas, y de esta manera, estudiar las bacterias y microorganismos que se encuentran allí.
