Pareja tadeísta, embajadora de la cultura colombiana en Argentina
Nancy Tamayo y Carlos Rueda son pareja. Los dos son egresados del programa de Artes Plásticas de Utadeo pero siendo estudiantes nunca se cruzaron.
Estaban destinados a estar juntos, así tan juntos como los hilos de los tejidos que hace Nancy o como la mezcla de los óleos de Carlos.
Se volvieron a encontrar en Utadeo en un curso de educación continuada. Se enamoraron y viajaron juntos a Argentina, en donde realizaron una Mestría en Conservación, restauración e intervención del patrimonio arquitectónico.
Hoy viven Ciudad del Plata y de nuevo la vida los unió en un mismo camino: la docencia. Ella enseña a niños y él a adultos mayores; juntos se han convertido en embajadores de la cultura colombiana en Argentina.
Lo que Nancy teje
“El camino no ha sido fácil, la verdad uno no vive del arte, uno sobrevive al arte. Por eso decidí volcarlo hacia la docencia y ahí descubrí mi pasión”, afirma Nancy, quien es docente de la Provincia de Buenos Aires.
Su técnica como artista es el tejido, con el cual busca evitar que ciertas técnicas tradicionales se pierdan. Por eso trabaja los telares mapuche, wayuu y arhuaco.
Curiosamente, dentro de estas técnicas tradicionales incluye el trabajo con cabello.
“Mi abuela siempre me contaba que cuando la mujer se casaba le bordaba las iniciales del nombre a su marido con su cabello. Mi mamá le bordó a mi papá unos pañuelos con su pelo y ahí surge la inquietud”, explica Nancy.
La artista tadeísta desarrolló tres series de tejido con cabello. Con Ignominia, una muestra en la que tomó 5 imágenes del conflicto armado colombiano y 5 de la Segunda Guerra Mundial, ganó mención de honor en el Premio Fernando Botero al obtener el segundo lugar.
Las tres series -Ignominia, Colombianos y Animales en vía de extinción- fueron expuestas en el Teatro Argentino de la Ciudad de la Plata.
“Yo les enseño a los niños técnicas colombianas muy tradicionales: tejido en red, bordado en tul, macramé y el tejido wayuu”, dice Nancy.
Según ella, el tejido wayuu allá ‘es locura’ y le sirve de pretexto para hablarles a los niños de La Guajira. “Eso es lo que yo enseño, se trata de llevar un pedazo de Colombia a Argentina”, explica.
Lo que Carlos pinta
“He defendido la pintura a capa y espada. A mí me encanta y me apasiona la pintura, creo que tiene mucho más para dar así muchos críticos digan que está pasada de moda”, señala Carlos.
Por eso enseña con pasión su técnica a estudiantes de clases particulares y a un grupo de adultos mayores en un centro de jubilados.
Su obra ha sido exhibida en el Concurso de Pintura BBVA, en Club el Nogal de Bogotá, en el Centro Cultural Islas Malvina y demás espacios tanto de Colombia como de Argentina.
La muestra Arte para planchar, por ejemplo, estuvo exhibida en ambos países. Se trataba de mesas de plancha restauradas en las que retrató las portadas de los LP´S de los cantantes de plancha.
Sandro, Paloma san Basilio, Los pimpinela, Leonardo Fabio y José Luis Rodríguez ‘El puma’ fueron retratados por Carlos.
“La pintura deja marcada la huella más clara del testimonio de cada artista, pues no se puede copiar”, explica Carlos.
Sin embargo, no es un campo fácil. En parte por eso también decidió irse del país. “Aunque ha sido una lucha tratar de conservarse, de ir contra la marea, siempre voy a mantenerme como pintor”, dice.
Para él, las mujeres adultas a las que enseña se han convertido en sus protectoras, “es como si tuviera 10 mamás adoptivas”, señala Carlos.
Desde la enseñanza a dos poblaciones opuestas -los niños y los adultos mayores- Nancy y Carlos le apuestan al arte.
El conocimiento, el amor, la docencia y el talento se han conjugado para convertir a estos dos tadeístas en embajadores de Utadeo y de Colombia en cada clase, en cada puntada, en cada trazo.
