En una declaración conjunta emitida el miércoles en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, cuarenta y cinco países instaron al Gobierno de Camboya a restituir el principal partido de la oposición y a garantizar que las elecciones generales de julio sean libres y justas.
Las autoridades camboyanas detuvieron el año pasado al líder del Partido de Rescate Nacional, Kem Sokha, porque lo acusaban de traición. Posteriormente, la principal formación opositora se vio obligada a disolverse.