La dulcería

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Miércoles, Diciembre 13, 2017
Luz Ocampo ha sido vecina de la universidad toda su vida y ha sacado a sus hijos adelante con un negocio de dulces. Los estudiantes son sus más fieles compradores.

La dulcería

 

Luz Ocampo vive en esta calle de la ‘erías’ desde hace 50 años. Habita en una casa bella y antigua con su mamá, sus cuatro hijos y sus dos nietas; ha sido vecina de Utadeo toda la vida.

En la puerta de la casa, que lleva a un corredor estrecho con baldosín de mosaico, instala todos los días, desde hace 12 años, una dulcería portátil que consta de una vitrina, una repisa de hierro y un banquito.

“Esta la forma en la que yo trabajo para poder sostener mis necesidades, para colaborarle a mis hijos y a mis nietos”, explica Luz.

 

 

 

Sus principales clientes son los estudiantes tadeístas y lo que más le gusta de su trabajo es interactuar con ellos, conocer personas nuevas cada día. “Hay unos estudiantes que vienen y se me sientan ahí, y duramos hablando; que cómo les fue en el semestre, y esto y lo otro”, cuenta.  

Como vecina de la universidad, Luz ha vivido toda la transformación de la zona, pues anteriormente era insegura y muy peligrosa.

“Cuando yo tenía 10 años, esto era invivible. Mi adolescencia aquí fue terrible porque uno después de las 7 de la noche no podía salir de la casa: atracaban, asesinaban. En cambio ahora ya se ve vigilancia las 24 horas, todo es más limpio, tenemos una mejor manera de vivir”, señala Luz.

Por eso para ella y su familia, la universidad es una buena vecina. “Me siento muy afortunada porque vivir en un sector de estos no es tan fácil. Gracias a que es una zona estudiantil, todo es más sano para bien de mis hijos y de mis nietos”, afirma.