Huérfano de madre, fue educado por su abuelo y un tío, quienes le transmitieron su afición a dejarse llevar por todo tipo de fantasías e historias fabulosas. En 1879, Satie, entró al Conservatorio de París donde sus maestros desdeñaron su talento. Esta circunstancia fue fundamental en su vida artística pues en adelante la clientela artística del café-cabaret Le Chat Noir fue testigo de algunas de sus más importantes composiciones. En 1891 se convirtió en el compositor oficial y maestro de capilla de la orden rosacruz liderada por Josephin Peladan. Las primeras obras de Erik Satie, en la década de 1890, tendrán influencia en las composiciones de Debussy. Debussy y Satie eran contemporáneos pero la tremenda revolución musical desarrollada por el genio de Debussy no podría haber sido posible sin las obras de Satie. Le gustaba definirse con frases como: "Todo el mundo dice que no soy músico y es correcto". Hizo parte, además, de las corrientes vanguardistas que se desarrollaron en París, convirtiéndola en capital artística de la época.

EL MÚSICO DE LA SEMANA, Lunes a viernes, 2:00 p.m.