Tohoku nos muestra que somos diferentes, pero que nos unen las mismas búsquedas
Luego del terremoto de marzo de 2011 en Japón que provocó el tsunami que devastó gran parte del territorio de ese país, se inició un proceso de reconstrucción, no solo de su infraestructura física, sino también de su tejido moral, humano, histórico y cultural.
La región de Tohoku, ubicada al noroeste de Japón, fue una de las más afectadas por el embate de la naturaleza y por tanto una de las que más atención ha requerido en este proceso de renacimiento.
Como un aporte a este proceso, un colectivo de fotógrafos de diferentes tendencias estilísticas, se dio a la tarea de dar a conocer o registrar la vida cotidiana de los habitantes de la región, dar a conocer al mundo la belleza de su entorno natural, sus tradiciones y cada una de las acciones humanas de sus habitantes.
“Esta exhibición, que se compone del trabajo de 9 fotógrafos con diferentes tendencias, abarca 7 décadas y muestra el medio cultural de sus habitantes y su forma de vida” señaló el Embajador de Japón Kazuo Watanabe, quien dio apertura a esta exposición junto con la rectora de Utadeo, Cecilia María Vélez.
Sobre la región de Tohoku, el embajador indicó que “todavía hay gente que vive en hogares temporales, en las zonas más afectadas, ha habido mucho esfuerzo para lograr esta recuperación que se ha logrado gracias a nuestra famosa disciplina y paciencia”.
Mencionó además que la idea de esta exposición itinerante que ha recorrido varios países y ha sido alojada por museos, centros culturales y academias de artes, pero que por primera vez la recibe una universidad, es “dar a conocer cómo la vida se ha abierto paso en medio de un tragedia tan grande; le agradecemos a la Tadeo el espacio que nos brinda para que todos puedan conocer como es la vida en Tohoku a través de los ojos de fotógrafos japoneses”.
Un pedazo de Japón en Utadeo
Por su parte, la rectora de Utadeo, Cecilia María Vélez, destacó el interés de la universidad, en donde la expresión de la diversidad y la cultura son parte de la formación, por acercar a sus estudiantes y profesores a la historia y los hechos o acciones que transforman el mundo.
La rectora expresó que en esta obra “Hay un elemento consistente, y es el concepto de la fuerza, la determinación de las personas comunes y la necesaria interacción con la naturaleza. Este conocimiento nos muestra que somos diferentes, pero que nos unen las mismas búsquedas”.
La exposición, según resaltó, no describe el desastre en sí mismo, sino que “recoge un concepto profundo de la vida en la zona de Tohoku que sorprende y conmueve, exalta las pequeñas acciones humanas que transforman, la belleza de su entorno natural, la tradición de la cultura común que se remonta a un periodo de 3 mil a 15 mil años, la búsqueda espiritual que se esconde tras las artesanías, los paisajes cotidianos y las celebraciones tradicionales; en fin, aquellas cosas que le dan sentido a las relación de los seres humanos con su entorno”.
Por eso se declaró profundamente agradecida por la confianza depositada por el gobierno japonés en Utadeo para dar a conocer los saberes, las miradas de sus fotógrafos y la historia que relata Tohoku.
“Desde hoy tenemos un pedazo de Japón en la Tadeo y sin duda este espacio abierto permitirá que nuestros estudiantes, profesores y visitantes descubran un poco más de un país fascinante” concluyó la rectora al hacer la invitación para recorrer esta exposición que estará abierta en la sala alterna del MAV de Utadeo hasta el 4 de marzo y que luego partirá hacia Hungría y Nueva Zelanda.
