“Inicuo”. Con esta palabra el presidente del Consejo Directivo de Utadeo, Jaime Pinzón López, califica el nuevo incremento del salario de los congresistas a treinta millones de pesos, equivalente al 6,75%. En su columna de opinión publicada en El Nuevo Siglo destaca que este salario es una bofetada para un país donde la mitad de sus habitantes ganan aproximadamente setecientos cincuenta mil pesos y el Gobierno enfatiza en que no hay presupuesto.
Pinzón destaca que la reforma tributaria sustentada en el déficit fiscal golpea a la ciudadanía, pues estos ya no pueden con las alzas de los artículos de la canasta familiar: “eso lo sienten quienes deben madrugar a las cuatro de la mañana para trasladarse a sus sitios de trabajo, las amas de casa, los miembros de los estratos bajos, de la clase media, los comerciantes, los empresarios, los estudiantes, las viudas, los pensionados y los desempleados, toca amarrarse el cinturón y sobrevivir”, comenta el autor.
Mientras eso pasa, el columnista denuncia que la “mermelada” y la corrupción siguen en aumento, al tiempo que se debate la asignación de más curules en el Congreso, favoreciendo las lógicas del clientelismo.
El consejero insiste en que es hora de generar iniciativas tendientes a disminuir estas asignaciones salariales, al tiempo que se dignifique la representación popular: “Democracia de espaldas a los intereses populares no es modelo aceptable. Los privilegios exorbitantes menoscaban la intención de voto, la desfiguran y demeritan, la representación popular pierde sentido, la dignidad del servicio público se empequeñece”, finaliza Pinzón.