"No se entiende el problema catalán sin entender el modo como se construyó el Estado español -y en especial la huella del franquismo-. Hoy estamos ante el choque entre dos nacionalismos, y por eso Madrid y Barcelona no quieren negociar. Pero podrían" sentencia Egoitz Gago, profesor del departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de Utadeo en su columna de opinión sobre la actual situación que enfrenta España en la región de Cataluña, su referendo autonómico y la posibilidad de declaratoria de independencia.
Gago recuerda que la situación es muy compleja por cuanto está sustentada en reclamos históricos que contrario a lo que se piensa, no fueron subsanados por la transición de la dictadura de Francisco Franco hacia la democracia en los años 70 "Para entender la situación de la política española, hay que tener en cuenta una característica esencial del conflicto esto es, que la identidad de España no es un dado que parta de la homogeneidad, sino más bien el fruto de un largo proceso de contraposición de identidades políticas e históricas que han tenido distintos grados de integración".
La región de Cataluña y España han realizado varios intentos por conciliar su relación política y económica -el último de ellos no acabó bien en 2006- y que puede resumirse en la lucha entre el centro y la periferia. Pero Gago señala que la negociación es la única forma de llegar a un acuerdo favorable para ambas partes, sin las consecuencias negativas en lo económico y en lo social que derivarían de un enfrentamiento de las posiciones actuales "la situación actual en España se puede presentar como un choque de trenes nacionalistas: por un lado, un nacionalismo central español, defendido por el gobierno del Partido Popular, que viene de un proceso de dictadura y niega cualquier demanda histórica, y, por otro, un nacionalismo catalán, que ve como única salida la ruptura con el Estado central".
