Un recorrido por los 22 dramas musicales del grandioso Mozart y su relación con la opera, es el tema central que aborda el productor y programador de la Emisora HJUT de Utadeo, José Daniel Ramírez Combariza, en su artículo publicado en el diario El Espectador, para la sección El Pentagrama, a propósito del tributo que se le brindará al músico austriaco en el marco del Festival Internacional de Música de Cartagena.
Según lo relata el tadeísta, Mozart decidió cambiar su estilo musical luego de descubrir las composiciones de Bach en 1786. A partir de allí, el llamado ‘genio de Salzburgo’ comenzó a pensar la música más allá del entretenimiento, y con ello, a entender la opera como un gran aliado, arte que ya era familiar para el compositor, pues en su casa se cantaban y se interpretaban instrumentos, a tal punto que el propio Mozart recreaba algunas de las grandes obras que se montaban en los teatros principales, eso sí, pensando siempre en todos sus públicos.
“Al final de su corta existencia se estrenarían de manera contemporánea La flauta mágica, obra en la que lo popular encuentra lo más refinado del mundo de la ópera, y La clemencia de Tito, ópera en la que el compositor rinde homenaje al tradicional estilo italiano, presente desde su primera ópera”, comenta Ramírez, quien afirma que Mozart no solo fue uno de los genios más importantes de la música universal, sino también un hombre de teatro, con obras prolíficas e innovadoras como Idomeneo, rey de Creta o El rapto en el serallo.
Para el año de 1786, Mozart estrena Las bodas de Fígaro, y con ella, el inicio de la trilogía Mozart-Da Ponte, uno de los hitos de la opera, al suponer el ascenso del drama jocoso: “En el teatro, las óperas de la trilogía, cuando se presentan en su totalidad, pueden durar hasta cuatro horas, pero quien las ve siente el tiempo volar gracias a la excelencia de la música y el texto, además de su poder de comunicación”, relata el experto, para quien resulta una experiencia enriquecedora, desde lo artístico y humano, el estudio de la carrera inmortal de 24 años del músico nacido en Viena.
