“Que la fuerza te acompañe”. Esta frase que ha sido inmortalizada por el universo de ficción de Star Wars, pone en el centro del debate el sentido de la fuerza desde la espiritualidad de la religión frente al método científico. El consejero y ex rector de Utadeo, José Fernando Isaza, exploró el tema de la fe en su más reciente columna de opinión en El Espectador, a propósito de la conceptualización que la Saga de George Lucas hace de este concepto místico.
Según Isaza, creer en lo que contradice el sentido común y la información puede ser contraproducente para el desarrollo de la ciencia, pues esta última no tiene ni verdades ni principios inmutables, sino más bien resultados que constantemente se modifican con la observación.
Así pues, la idea de una fuerza espiritual contrastada con los postulados de la Física derivan aproximadamente del Siglo XIX, cuando se impuso la teoría del vitalismo, o la creencia en que la vida es una forma especial de fuerza.
Sin embargo, para ese mismo siglo, la ciencia postuló que solo existía una fuerza: la gravedad: “Con el desarrollo del electromagnetismo se consideran dos fuerzas fundamentales: la gravedad y el campo electromagnético. En el siglo XX, los desarrollos en el conocimiento de los componentes del átomo llevan a postular cuatro fuerzas: gravedad, electromagnética, fuerza débil y fuerza fuerte. No aparece ninguna fuerza de características espirituales”, acotó el consejero.
El jedismo como religión basada en La guerra de las galaxias, postula una idea espiritual de la fuerza, similar a la de las energías pero sin dioses, en la medida que lo “bueno” permea todo y mantiene el orden del universo, al tiempo que existe una fuerza mala, los siths, liderados por Darth Vader. Dicha religión moderna ha proliferado en países como el Reino Unido, a tal punto que en el censo del 2001 esta creencia era seguida por cerca de 300.000 personas.
