Un picnic en chino

Un picnic en chino
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Foto: Ángela Díaz

Más de cinco horas en avión, y la nostalgia se vestía de reloj, quería volver, quería pisar tierra, experimentar la presión que ignoro habitualmente y que sienten mis oídos, tocar las nubes y luego aterrizar.

 

¿Alguna vez has visto el alba y el ocaso al mismo tiempo? ¡Es mágico!, tanto que si lo vieras querrías vivir en un castillo cerca al cielo. A la derecha el alba, la izquierda para el ocaso, o ver todo desde la ventanilla de un avión.

 

¿Caminar desesperada por los pasillos del avión? ¡Fue divertido!, aprender un poco de francés exprés en el viaje desde Colombia a través de Francia para llegar a China ¡Bonjour! ¡Merci!, que entretenido.

 

入口 o  日出, aterrizar, luego un juego de cartas en Beijín y esperar para ir a Tianjin ¿Quién dijo que en China no habían trancones?. ¿Imaginas conocer Tianjin? Conocer el río Hǎi Hé, conocer el rio Amarillo, caminar en las noches.

 

¿Por qué no tocar la guitarra? , un picnic junto al río, nuestras voces cantando música en español y música en chino. Luego comida, ¡deliciosa comida!, rollos de huevo, semillas de girasol, mientras entonamos una canción a capela o tal vez tarareada, a veces “月亮代表我的心” a veces “你问我爱你有多深”. Luego una cuerda de guitarra rota y terminamos bailando, bailando descalzos al lado del río Hǎi Hé.

 

Un juego de puntería, acertar en un intento y luego fallar. Te recuestas en el hombro de un amigo y empiezas a practicar chino, te enseña 是 y a decir 识, sonríes y juntos ven los barcos pasar y las ondas que forman sobre el agua, le das un abrazo y a disfrutar del paisaje.

 

Caminar a la orilla del río, comer con palillos chinos, ver como la comida se escapa y reír, probar papas con sabor a calamar, zòngzi, fruta en trozos, y evitar las bebidas frías como los chinos.

 

Correr, caminar, buscar un amigo perdido, seguir tocando la guitarra con la cuerda rota, ver pescar a la orilla del río, decir 是 y que te entiendan 吃, saludar con "你吃饭了马?" y no con "你好马?", sentir que te hablan en chino, sentir que tu cabeza da vueltas, pero ¿sabes? no es tan malo que te hablen en chino.

 

Ángela Vanessa Díaz Cano.

Estudiante de Ingeniería Química.

Universidad Jorge Tadeo Lozano.

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