在下雪

在下雪
Compartir en
Foto: Paula Sánchez

Nunca pensé que el lugar donde conocería la nieve iba a ser China. Era un lunes de noviembre, un día después de mi cumpleaños. Me alistaba para ir a clase después de haber tenido un fin de semana lleno de emociones y momentos especiales, un cumpleaños como no había tenido antes. Me puse un saco, una chaqueta, unos guantes y una bufanda alrededor del cuello, tome mi maleta y salí caminando para ir al edifico de clases- muy cerca a los dormitorios de los estudiantes extranjeros que viven en la TJFSU.

Esperábamos temperaturas muy bajas para esa semana, el pronóstico del tiempo decía que estaríamos por debajo de 0 grados centígrados, lo que claramente nos alertó pues como muchos colombianos no habíamos experimentado un clima tan frio.

Hacia frio, sí,  pero no como lo había imaginado y aunque también se pronosticaba que cayera nieve algo dentro de mí me hacía pensar que ese no sería el día. Entramos al edificio de clases, diez minutos después el ascensor se detuvo en el piso noveno y varios extranjeros salimos directamente a nuestros salones.

Pasaron alrededor de veinticinco minutos, la profesora que dictaba su clase como cualquier otro día dio una mirada sobre nuestras cabezas, como quien trata de ver todo el panorama, pero de repente su cara se detuvo, rápidamente puso su mirada de nuevo en la ventana y entonces noté como cambió el tono de su voz y dijo sorprendida: “ 啊,在下雪!  (Ah, está nevando). Inmediatamente miré a Adriana, mi amiga colombiana que tampoco conocía la nieve, emocionadas pero sin levantarnos de la silla para no interrumpir la clase intentábamos mirar hacia la ventana, aunque estábamos al otro lado del salón.

Los demás estudiantes, coreanos y japoneses en su mayoría, y unos pocos europeos no se sorprendieron mucho, mientras Adriana y yo seguíamos estirando el cuello para ver la nieve. La profesora al notar nuestra reacción detuvo la clase y dijo a todos los estudiantes que fuéramos a la ventana si queríamos. Llegamos ahí tan pronto como pudimos y por un momento nos quedamos viendo como los techos se volvían blancos y la calma se adueñaba de la ciudad. Estábamos tan entusiasmadas viendo la ventana que no nos dimos cuenta que solo nosotras nos habíamos levantado, los demás estudiantes estaban en sus puestos esperando para continuar, entonces nos sentamos nuevamente con muchas ansias de que la clase terminara para poder salir.

Una vez afuera, me sentí como en una lluvia de escarcha blanca, era demasiado sutil y silenciosa. Nosotras dos no dejábamos de estar felices, lo disfrutamos al punto de olvidarnos del frio que hacía, sin embargo, después nos enteramos que no había nevado muy fuerte y que probablemente teníamos que esperar un mes o tal vez un poco más para saber cómo se ve todo cubierto de nieve.

 

 

Paula Andrea Sánchez Sarmiento - 欣怡

Estudiante de Idioma chino en la Universidad de Estudios Extranjeros de Tianjin.

Becaria del Instituto Confucio Utadeo.

Enlaces