Laboratorio tadeísta de Diseño para la Paz en Gamero
Bajo la sombra de un techo de palma, en Gamero, Mahates, la tierra natal del cantautor Magín Díaz, más conocido como el Orisha de la Rosa, estudiantes de Diseño Industrial y Ciencia Política de Utadeo se dieron cita este 3 de julio para concluir el trabajo de un mes con la comunidad del corregimiento. Un ejercicio en el que a través del diseño se propende por la construcción de la paz y por la reconciliación.
Esta labor, que realizan de la mano con la Asociación Red de Antorchas de Gamero, hace parte de la asignatura Diseño para la Paz, Cadenas Productivas y Construcción de Paz, que empezó el 12 de junio y dura un mes. Una experiencia inspirada por la semilla de los cimarrones en San Basilio de Palenque y las letras de los cantautores de bullerengue.
Por el norte, por el sur, por el este y por el oeste también, al son de la tambora y los versos libres, los estudiantes vivieron la cotidianidad de este pueblo del Caribe, fortín del folclor costeño, que se ofrece generoso en oportunidades de diseño.
Los estudiantes, llenos de ideas y creatividad, trabajaron en la creación participativa de peinados y vestuario, un pretexto de empoderamiento y fortalecimiento del rol de la mujer en la transformación del corregimiento; en la construcción de un sistema de siembra, cuidado y uso de plantas medicinales nativas; en la creación de canecas y otras formas de cuidado ambiental como la reutilización de materiales y talleres de creación de fibras para tejidos con botellas PET; y en la elaboración colectiva de murales que fortalezcan y visibilicen la identidad cultural del territorio.
Estas son algunas de las acciones colectivas que se desarrollaron durante el Curso de Verano, que abre a los estudiantes la posibilidad de hacer un aporte significativo a la construcción de la paz desde la perspectiva cultural, ecológica y económica.
Fue mi semana de trabajo y mi descanso de domingo. La primera labor de estos expedicionarios consistió en reconocer los procesos sociales que se desarrollan en el territorio, consolidar los aportes que desde el diseño de producto se pueden generar en esta experiencia de inmersión comunitaria, cuyos aprendizajes para la vida son inconmensurables.
“En Gamero nos hace mucha falta explorar y fortalecer las posibilidades de etnoturismo, pues pese a ser la cuna de grandes compositores y cantadores de folklor colombiano, es poco lo que compartimos de nuestros saberes con el mundo” afirma Arnoldo Arrieta, gestor cultural, quien desde hace más de 4 años tiende puentes con los corregimientos cercanos para crear la Red de Antorchas, cuya llama se mantiene encendida por el coraje y empeño, para que las expresiones de su cultura ancestral perduren en el tiempo.
Fue mi calor y mi frío, fue mi canto y mi tonada. En su propósito de crear un modelo de etnoturismo, Arnoldo identificó rápidamente el potencial de uno de los proyectos liderados por Nicolás García, Nicolás Monguí y Sebastián Ariza, quienes realizaron el levantamiento y el diseño de un mapa que contiene la cartografía social de Gamero y facilita la creación de relaciones entre colectivos y actores representativos de la música, la poesía, las artesanías y la medicina tradicional.
Del otro lado, Diego Angulo, estudiante de Ciencia Política construyó vínculos con algunos de los líderes locales y municipales para gestionar y proyectar, en conjunto con políticos y personajes de la cultural de Gamero, un Proyecto de Acuerdo Municipal que promueva la sostenibilidad de las acciones emprendidas y que cuente con el apoyo de los entes gubernamentales.
Esta experiencia es la puerta de entrada del Laboratorio de Diseño para la Paz en Gamero, cuya semilla germinó en San Basilio de Palenque dos años atrás, como una de las puestas en escena de la línea de proyección social de la Escuela de Diseño de Producto y el Programa de Diseño Industrial de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Bajo el liderazgo de los profesores Iván Chaparro y Adriana Botero de la Escuela de Diseño de Producto de Utadeo, esta experiencia académica que parte de un enfoque transdisciplinar, orienta el Diseño de Producto en la Universidad y fortalece, desde los aportes del Diseño y de la Universidad en la construcción de la paz en Colombia, desde contextos locales específicos.
