Egresado destacado // Hernando Philip Peña

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Egresado destacado // Hernando Philip Peña
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Lunes, Junio 6, 2022
Para destacar los logros de nuestros egresados, se les reconoce a través de este articulo, en el que conocemos un poco de la trayectoria del escritor y periodista, Hernando Philip Peña, después de graduarse de nuestra universidad.
Hernando Philip Peña

Hernando Philip Peña

Se gradúa con 27 años en un momento vertiginoso, que se destaca en nuestra historia como país, por su incertidumbre y el terror que habitaba las calles de Bogotá, este es el contexto en el que Hernando Philip Peña, escritor para medios de comunicación extranjeros, autor de literatura y creador de un podcast en Spotify llamado “Y lo dijo Philip”, sale de la universidad Jorge Tadeo Lozano al mundo profesional.

Sus obras literarias mezclan la fantasía con la realidad, buscando siempre dejar en el lector una base del pensamiento reflexivo, de lo trascendente y lo profundo, combatiendo la superficialidad del mundo digital; sin estar en contra de la modernidad, pero si en contra de su simpleza banal, que se debate entre la rapidez o la calidad. Su trabajo trae a la vida anécdotas del día a día cotidiano, coloreada con la magia y lo fantástico que le deja la convivencia con este mundo extraño y misterioso.

Pero esto fue el comienzo de la forma como Philip empezaba a estructurar su visión y misión, la mecha detonante que forjaría el optimismo, la resiliencia, la paciencia, la humildad y entre otras virtudes que habitan entre las líneas y letras que conforman sus escritos, que saltan del papel y nos abrazan en confortables reencuentros con viejos y entrañables amigos que hemos dejado olvidar por la prisa, la inmediatez, la superficialidad del mundo digital en el que habitamos hoy en día.

Junto con su esposa Liliana Báez, su abuela y sus suegros, coexistió con la quietud, el silencio y aislamiento que nos dominó durante la pandemia del 2020, momentos que tomaban tonalidades similares a las que se observaban a comienzos de la década de los 90´s, volvían a aparecer la angustia y la incertidumbre, pero no por el recuerdo del sonido de esas bombas que ensordecían el centro de la ciudad, arrojando escombros de techos por todos lados. Ahora era la sensación de vulnerabilidad ante lo desconocido, la fragilidad del ser y la vida, la brevedad del momento que en un instante puede dejar todo lo amado atrás.

Fue entonces cuando Philip se encontró consigo mismo y con su pasión, la literatura, se sentó en su escritorio y juntó los retazos, los fragmentos que volaban en su estudio, como las llaves con alas de la primera entrega de Harry Pother, en la que tenemos que buscar entre muchas opciones la que nos sirva para abrir la puerta de la imaginación. Es ahí cuando comienzan a fluir los recuerdos de momentos vividos durante un viaje a Londres, que empiezan a enriquecer la fábula de su cuento que cae como nieve de colores y sabores, recordando su trabajo en la universidad, en el que redactaba con toda la seriedad y brevedad que las notas periodísticas demandan, posponiendo su creación creativa para ese momento que llegaría 16 años después de haber volado a Europa.

Su primera experiencia en el campo de la comunicación y el periodismo fue dentro de la Tadeo, en una clase en la que se producía la revista Agenda Cultural y enviaban a los estudiantes a untarse de realidad, sumergiéndose en la sociedad para obtener su agenda de fuentes, El recuerda una frase y una pregunta, que lo marcó como estudiante, la frase del profesor Arturo Alape, “yo no vengo a rajarlos, la vida los calificará” es una frase que resuena aún en los pasillos de todas las universidades. Él la tomó cómo una moraleja, parecida a las que suelen aparecer en sus libros y es apropiada por el lector, es una enseñanza que puede ser transformadora para el estudiante en formación, cómo un final abierto, que permite la inmersión del espectador y de esta forma, se vuelva protagonista de su vida.

Es el comunicador protagonista de su realidad, y es esa la pregunta que Philip tuvo que hacerse mientras terminaba su pregrado, ¿seré yo los ojos, los oídos y la voz de la comunidad?, si nos detenemos y pensamos la responsabilidad que esto acarrea, muchos dejarían de ver al periodismo como una carrera fácil, pasión u obligación, es esta dicotomía que le da la responsabilidad ética a nuestra carrera, en la que constantemente la necesidad de un sueldo nos distancia del objetivo primario, el servir a la sociedad.

“La vida dentro de la universidad es tranquila, la vida profesional es otro mundo, en el que la respuesta a esa pregunta se valida y uno debe actuar coherentemente con la respuesta dada”, fue de esta forma, en la que Philip empieza su trayectoria una vez graduado en la cadena radial Todelar, durante la alcaldía de Antanas Mockus, una alcaldía que se recuerda por su objetivo de educación ciudadana, el transformar el punto de vista, darle el giro al chip al ciudadano, y ver una nevada londinense o un aguacero cachaco como una oportunidad y no como un impedimento, ver el lado bueno, apropiarse del momento y disfrutar de la vida, sacarle el máximo provecho, no quedarse quieto, respetar lo social, cuidar del espacio público y personal.

Esto se refleja en su libro, tras el arduo trabajo y la espera paciente, logró llegar a publicarlo y un año despúes, llegar a mostrarlo en la FILBO 2022, un libro que recoge todo lo que intento rescatar, de una breve conversación con su autor de una hora y media, en la que intentamos resumir un proceso de crecimiento personal, en el que se afrontaron miedos e inseguridades que fueron eclipsadas durante la pandemia; y como el sintecho, el indigente de su obra, que fue el primero en tomar con sus manos la nieve de colores porque no tenía nada que perder, Philip se lanzó y tomó el destino en sus manos, publicando un libro que intenta sembrar en el lector, la semilla de la espiritualidad que hoy escasea, abran la mente, dense la oportunidad, “algo bueno siempre va a ocurrir”.

A los comunicadores y futuros escritores de la universidad Jorge Tadeo Lozano, Hernando Philip Peña nos deja cuatro consejos y una frase tomada de su libro:

- Sientan la pasión por su trabajo.

- Escuchen cuando es su tiempo, escuchen su corazón.

- Sean honestos con su trabajo, sirvan a la sociedad.

Y la frase: “El gran artesano estuvo tejiendo el tapiz no para ser pisado, si no para ser admirado”.

Si quieren conocer el trabajo de este gran autor les recomiendo ir a la tienda TadeÍsta desde el 1 de junio y comprar su libro “El día que nevó la alegría” a precio especial para la comunidad tadeista.

Consigan el libro en www.autoreseditores.com

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Escrito por: Mateo Convers Lozano

 

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