Estas obras no hablan de fantasmas, sino que utilizan la espectralidad para desestabilizar la realidad, lo que implica desafiar la autoridad de la visión y la cronología histórica de la modernidad, al tiempo que desmercantilizan los modos de representar la violencia.
Desde hace más de tres décadas, las innovaciones participativas en América Latina han estado en la agenda política, generando cientos de experiencias a lo largo de toda la región cuyo propósito común ha sido crear espacios de interlocución entre el gobierno y la ciudadanía a fin de que esta última pueda influir en el proceso de definición de una política o tema de interés colectivo. A partir de esta apuesta, las innovaciones participativas han buscado abrir el sistema político en una región con un fuerte legado de autoritarismo y exclusión, así como brindar legitimidad a los gobiernos. Así, América Latina se ha convertido en un laboratorio de experimentación de espacios participativos, lo que ha sido evidencia para algunos sectores –tanto académicos como políticos– de la profundización democrática.
Este libro ofrece una perspectiva novedosa y crítica. A partir de juiciosos estudios de caso que examinan la implementación de instituciones participativas en Bogotá, Buenos Aires, La Paz y Sao Paulo, se aborda la capacidad de estas experiencias de profundizar la democracia local y conectar efectivamente las demandas de los ciudadanos con los procesos de políticas públicas. A diferencia de la tendencia sobre estudios de participación ciudadana en la región, los hallazgos de las investigaciones aquí contenidas desde diversas perspectivas señalan que los alcances han sido limitados. La participación ciudadana supone algún tipo de redistribución del poder político a fin de mejorar la eficacia gubernamental, fortalecer la democracia, hacer frente a la desigualdad, entre otros; y es allí en donde se encuentran los mayores obstáculos.
Pareciera que, independientemente del color político, los jefes de gobierno se han resistido a compartir con los ciudadanos el poder de decisión frente a diferentes temas, generando entre otros frustración, falta de motivación, desconfianza, aumento de clientelismo. Así pues, las innovaciones participativas han parecido ser inocuas frente a las relaciones de poder existentes, manteniéndose intactas e impidiendo una verdadera democratización del proceso político. La presente obra abre el debate acerca de los alcances de la participación ciudadana en América Latina, una región cuyas democracias están haciendo frente en la actualidad a importantes retos.