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Proyecto que transforma la tusa del maíz en bioproductos sustitutos del plástico fue finalista de Oxelerator 2019
Miércoles, Junio 12, 2019
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La innovación, liderada por los profesores Juan Manuel España y Andrés Téllez, busca aprovechar cerca de tres toneladas de biomasa por hectárea. El proyecto obtuvo la segunda calificación más alta en la reciente versión de este programa de transferencia tecnológica.
Por: Emanuel Enciso Camacho - Fotografías: Pixabay y Alejandra Zapata - Oficina de Comunicación

Desde los tiempos de las culturas prehispánicas, el maíz ha sido consdierado como uno de los principales cultivos agrícolas de nuestro país. Actualmente, según datos de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales (Fenalce), estas siembras concentran cerca del 13% del área agrícola, con un aproximado de 250.000 hectáreas cultivadas, de las cuales se benefician aproximadamente 390.000 familias y se generan 126.000 empleos directos.

Sin embargo, una de las grandes preocupaciones de campesinos y productores es que, en el proceso industrial de extracción de este grano, se desperdicia entre el 50% y el 60% de la biomasa de la planta del maíz, que se concentra principalmente en la tusa, el amero, las hojas y el tallo. Tras el desgranado, muchos optan por la quema de estos residuos, actividad que es contaminante pues libera algunos compuestos químicos dañinos para la salud humana, entre ellos la dioxina. Otros, pican esta biomasa y la utilizan como abono; sin embargo, no se optimiza el potencial de estos materiales.

Gracias al trabajo que de manera articulada han desarrollado los profesores de la Escuela de Diseño de Producto de Utadeo, Andrés Téllez y Juan Manuel España, en conjunto con productores de maíz del Valle del Cauca y Fenalce, esta realidad estaría a punto de cambiar. La investigación de los tadeístas permitiría el aprovechamiento de la tusa u olote del maíz para el desarrollo de nuevos materiales y aplicaciones en productos de alto valor agregado que, entre otros, reemplazarían los polímeros o plásticos espumados como el icopor en mercados como el automotriz, la construcción y de empaques.

Como lo explican los investigadores, se encontró que esta biomasa posee muchas propiedades que permiten diversificar su uso, en un momento donde se hace latente el exceso de plástico y microplástico como principal contaminante de afluentes hídricos, al tiempo que se convierte en tendencia mundial el concepto de economía circular, que consiste en la reutilización, reciclaje, reparación y reducción de materiales en su ciclo de vida.

En la segunda versión del Oxelerator que se desarrolla en Colombia, este proyecto fue uno de los cuarenta seleccionados para participar en el Bootcamp, que consistió en un entrenamiento intensivo de tres días (27, 28 y 29 de mayo), de cara a la consolidación de la idea de negocio. El último día del Bootcamp se evaluaron los proyectos y fueron seleccionados los 12 finalistas, siendo la propuesta tadeísta la segunda con mejor calificación por parte de los jurados.

Como lo relatan los investigadores, este evento se convierte en una oportunidad extraordinaria para tomar las tecnologías e innovaciones desarrolladas en la academia y llevarlas a la industria, para la resolución de problemas reales, mediante procesos de transferencia tecnológica.

En el equipo tadeísta también participaron Ángela María Cabal, vicepresidenta de Fenalce y productora de maíz, quien a lo largo del proceso de investigación ha facilitado muestras del material para su procesamiento, y Angélica Pineda, asesora de transferencia tecnológica de la Dirección de Investigación, Creación y Extensión de Utadeo (DICE).

En total, para la primera fase del Oxelerator se presentaron tres propuestas por parte de Utadeo: PAR-BO: aplicación de realidad aumentada para proponer intervenciones en el espacio público, presentado por el profesor Daniel Salamanca, de la Escuela de Diseño, Fotografía y Realización Audiovisual; Aplicación para la inmersión en deporte y entretenimiento: immersive sport & entertainment, liderado por el profesor Germán Ignacio Benavides, adscrito a Tadeo Lab; y CirCob: Bio-based materials for the circular economy, presentado por los profesores Juan Manuel España y Andrés Téllez, de la Escuela de Diseño de Producto.

 

Andrés Téllez y Juan Manuel España

Así fue la participación de los tadeístas en Oxelerator 2019

El camino para obtener una de las mejores puntuaciones dentro de esta aceleradora de proyectos de innovación y emprendimiento no fue una tarea sencilla. En una primera fase, los tadeístas se presentaron a la convocatoria dirigida a universidades, centros de investigación y emprendedores

En el segundo momento, en el Bootcamp, se llevó a cabo un arduo proceso de entrenamiento y trabajo en equipo en aspectos sensibles del proyecto, entre ellos plan de mercadeo, desarrollo de producto, plan de negocio y proyección financiera. Los dos primeros días fueron de preparación, y en el tercer día, fue la presentación del proyecto, a través de un pitch. La cohesión del equipo a lo largo del proceso fue uno de los criterios para quedar entre los finalistas, siendo esta la primera vez que un proyecto de la Universidad llega hasta esta etapa.

Ahora, en la tercera fase, que irá hasta el mes de noviembre, serán veinte semanas en las que se perfeccionará el plan de negocio y se comenzarán a gestar contactos con aliados, clientes e inversionistas. La prueba de fuego será el 21 de ese mes, cuando nuevamente se presente un pitch, esta vez con inversionistas reales. Mientras esto sucede, en coordinación con la DICE, se determinará cuál es la mejor manera de hacer la transferencia tecnológica, ya sea mediante spin-off (iniciativa empresarial de carácter académico), consultoría, licencia o patente.

La meta es poder ampliar esta solución a todos los agricultores de la región. Uno de los grandes mercados a alcanzar sería el de Brasil, país que cuenta con cerca de trece millones de hectáreas de maíz sembrados: “El Oxelerator nos va ayudar a entender mejor las necesidades del mercado y mirar los mercados objetivos. Este es un proceso valioso para aprender sobre transferencia tecnológica”, agrega España.

También, como parte del Doctorado en Ciencias Ambientales que desarrolla España en Utadeo, se han articulado experiencias interdisciplinares con Ingeniería Química, especialmente con la profesora Gladys Rozo, con quien se viene trabajando el tema de biopolímeros y materiales compuestos, a partir de pruebas en laboratorio. A este trabajo también se han sumado los estudiantes del semillero de Fibras Vegetales que se coordina desde la Escuela de Diseño de Producto.