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Tadeo Lab, un espacio en el que las ideas se transforman en prototipos
Martes, Mayo 7, 2019
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La Revista Expeditio también se suma a la F.I.E.S.T.A del Xpolab que se desarrollará este 9 de mayo, a partir de las 9:00 a.m. Una oportunidad para interactuar en este laboratorio vivo, de innovación pedagógica y creación colaborativa.
Por: Emanuel Enciso Camacho - Fotografías: Alejandra Zapata - Oficina de Comunicación

Existe un lugar en Utadeo en el que crear, interactuar, explorar, resolver problemas y divertirse son sinónimos. Se trata de Tadeo Lab, un espacio de experimentación en arte, ciencia y tecnología que, desde el 2014, se ha convertido en columna vertebral de los procesos de innovación pedagógica y en el centro de los diálogos interdisciplinares en la Universidad. Allí el foco es la participación ciudadana a través de la vinculación de los estudiantes con las comunidades, quienes desarrollan proyectos reales de alta incidencia.

Catalina Quijano, directora de Tadeo Lab, explica que la génesis de este modelo disruptivo, que desafía las lógicas tradicionales de la enseñanza y el aprendizaje, inició en el 2013 cuando ella y la profesora Ana María Campos fueron seleccionadas por la Rectoría y la Dirección de Investigación, Creación y Extensión (DICE) para conocer el Centro de Investigación Interdisciplinar (CRI) en París, un espacio colaborativo que, a través de sus metodologías, posibilita que los estudiantes sean gestores de sus propios proyectos.

Sin embargo, la inquietud de Catalina por generar un espacio de esta naturaleza surgió años atrás, entre el 2005 y el 2006, cuando la tadeísta hizo una residencia artística en el Centro de Artistas Interdisciplinarios de Marnay-Sur-Seine (CAMAC) y posteriormente una Maestría en Creación de Nuevos Medios en la Escuela Nacional Superior de Creación Industrial de París (Les Ateliers), un espacio de creación que funciona las 24 horas del día, los 365 días del año, y en el cual convergen artistas de todos los lugares y disciplinas.

Cada una de esas inspiraciones sirvieron para crear Tadeo Lab, que, como lo precisa Catalina, desde su origen logró establecer un modelo único de innovación pedagógica en el país, con énfasis en la creatividad y la innovación: “Nuestro sello es la originalidad, pues no se copiaron modelos, sino solo se rescataron experiencias. Se decidió empezar de ceros, con el fin de entender el contexto pedagógico de la Universidad”, comenta.

Así, y siguiendo las huellas de la Expedición Botánica que ha guiado la misión de nuestra Universidad, Tadeo Lab propone maneras distintas de construir el conocimiento mediante dinámicas colaborativas y de co-creación: “Entendemos que el conocimiento no tiene por qué ser cerrado. Al contrario, debe ser abierto para que todos empecemos a construir sobre lo construido, bajo un espíritu receptivo, en el que nos dejamos sorprender, reaprendemos, nos reinventamos y nos repensamos”.

Precisamente, la metodología empleada por el laboratorio ha sido denominada como el modelo de las ‘Pes’. Todo nace con un Propósito, y por medio de este se plantean las Problemáticas y posibles caminos, que se concretan a través de un Proyecto, cimentado en el recurso humano, las Personas, que a su vez generan medios para comunicarlo (Promoción), y así, finalmente llegar al Prototipado, como forma de materializar las ideas.

Como fruto del trabajo interdisciplinar, uno de los grandes ejes de acción del laboratorio ha sido la apropiación social del conocimiento, cuyo fin es generar diálogos e impacto en las comunidades: “Se trata de bajarle la complejidad al discurso científico y artístico, de tal manera que todos puedan participar y aportar conocimiento desde su experiencia. Por eso, Tadeo Lab se ha convertido en un espacio para entablar relaciones más afectuosas donde se generan proyectos a través de la empatía y del conocer al otro para solucionar problemas. No nos interesa formar personas para competir, sino más bien profesionales para colaborar”, precisa.

A pulso, Tadeo Lab ha ido ganando reconocimiento en escenarios académicos, investigativos, empresariales y gubernamentales de la capital, al tiempo que ha encontrado grandes aliados, entre ellos la Cámara de Comercio de Bogotá, la Alcaldía Mayor de Bogotá y varias organizaciones del sector privado, que han visto en este espacio una oportunidad para resolver sus problemáticas desde distintas ópticas.

Con emoción, Catalina señala que la innovación empieza desde que diariamente llega a la oficina, donde está su equipo de trabajo: Mircen Arévalo, Julián Rozo y Álex Acosta, y el grupo de monitores y voluntarios: Natalia, Catalina, Brayan P., Hannier, Brayan C., Jhady y Juliana: “Con ellos –dice- trabajo hombro a hombro y siempre llego feliz a trabajar. Este es un espacio de amistad, donde todos nos apoyamos. Sin embargo, Tadeo Lab no sería lo mismo sin mis profesores Carolina Forero, Juan Pablo Umaña, Jean Jacques Martin, Germán Benavides, Andrés Téllez, Iván Chaparro, Enrique Rodero, Fernando Sierra, Andrés Nemocón, Carlos Andrés Moncada y Ana Isabel Mercado. Para mí, lo mejor de todo es ser ‘la Profe’”.

 

En Tadeo Lab, todas las propuestas son bienvenidas

Desde lo académico e investigativo, Tadeo Lab ofrece trece electivas interdisciplinares que tienen como común denominador el encuentro entre el arte y la ciencia, amparadas en la innovación y el emprendimiento. Desde allí, por ejemplo, se está apoyando metodológicamente la Ruta de Innovación, Emprendimiento y Tecnología (RÍETE), en la que estudiantes de los diferentes programas de pregrado de Utadeo, desde la ideación, construyen planes de negocio con un alto potencial de viabilidad para convertirse en emprendimientos.

El profesor Enrique hace parte de esta ruta, con la electiva de Emprendimiento e Innovación, en la que se conceptualizan productos, servicios y experiencias con impacto social: “Se busca que los estudiantes desarrollen un modelo de emprendimiento creativo. Primero, se contextualizan y entienden el entorno; luego, pasan por el planteamiento de ideas con potencial de emprendimiento, para llegar a un testeo y verificar la factibilidad del proyecto. Por último, se analiza la viabilidad financiera de la idea”, explica.

Pero los estudiantes tienen, además, la posibilidad de construir visiones del futuro de espacios que, salidos de la ciencia ficción, se incorporan a las realidades locales. Ese es el caso de la electiva Espacios del Futuro, que imparte el profesor Fernando: “Queremos romper las distopías que se han imaginado hasta ahora, para trabajar, más bien, en torno a condiciones de futuro positivas. El futuro que se sueña es el que termina creándose, y por eso nuestros estudiantes se enfrentan a la creación con las manos como una manera diferente de pensar, leer y manipular el material”, comenta.

El Arte de Influenciar a las Personas es otra de las electivas que se imparten en la actualidad. En este espacio, liderado por la profesora Ana Isabel, se aplican metodologías disruptivas como la del Design Human Design del MIT, en la que, de forma aleatoria, los estudiantes conforman un reto que responde a unos esquemas de diseño. El objetivo es idear y crear soluciones a problemáticas sociales bajo presión.

 

Tadeo Lab 5.0

A pocos meses de cumplir su quinto año de existencia, Tadeo Lab continúa reinventándose, no solo desde su espacio físico, con la remodelación del módulo 15 (Edificio Manrique) de la Universidad, sino también con la puesta en marcha de nuevos proyectos que involucran a otras instituciones educativas; uno de ellos es el Fabspace 2.0, un proyecto de educación continuada en asociación con las universidades de Los Andes y Nacional, cuyo propósito es idear maneras para utilizar las tecnologías espaciales en la resolución de problemas en la Tierra. Otra de estas apuestas se centra en el trabajo con colectivos como Mu, Faena, Movilizatorio y El Parche, con este último se pretende generar un colectivo satélite en el espacio del laboratorio.

Este año, afirma Catalina, será de retos para Tadeo Lab, pues desde allí, y como parte del sentido de consciencia ambiental que tiene la Universidad, se fortalecerán los proyectos de innovación relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). También, se consolidarán los laboratorios de investigación y, en especial, los que se relacionan con la danza y la tecnología.

Será también un año de conmemoraciones a las que Tadeo Lab se unirá, entre ellas los 100 años de la Escuela Bauhaus de diseño, los 500 años de la muerte de Da Vinci y los 150 años de la creación de la tabla periódica.

Tadeo Lab es un laboratorio donde habita la creatividad, un lugar en el que se puede ser y hacer desde la autonomía que posibilita construir proyectos colaborativos hechos 100 por ciento por estudiantes. Un espacio donde se puede ‘parchar’ mientras se desarrollan los proyectos que transformarán el mundo. Allí nacen los nuevos Steve Job, Elon Musk o Jeff Bezos. Tadeo Lab es el hogar de las ideas, pues como lo dice Fernando, “la creatividad se ejerce a todo nivel, sin importar la disciplina, y en Tadeo Lab se está abriendo ese mundo de las disciplinas del arte y el diseño, tratando de expandirlo a otros mundos, para que los apliquen y repliquen en sus medios y entornos”.

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* Texto publicado inicialmente en la versión impresa de la Revista Expeditio No. 18 (Enero - Junio 2019). Consulte el contenido de la publicación, aquí.