El pasado 7 de abril, el gobierno estadounidense de Donald Trump bombardeó la base aérea Al Shayrat en Siria. El hostigamiento, que ocurrió como respuesta a un ataque químico perpetrado en Siria, presuntamente, por el gobierno del país del medio oriente, fue la primera respuesta de Trump a un conflicto internacional.
Según Sandra Borda, decana de la Facultad de Ciencias Sociales de Utadeo, apenas una semana antes del ataque, la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas afirmaba que su país se sentía cómodo con el régimen de Bashar al-Ásad. Por lo que no se explica el cambio de postura.
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