La reciente huelga de los trabajadores de la Empresa Aguas de Bogotá que ha sumido a la ciudad en una emergencia sanitaria, sumado al alto índice de criminalidad en las calles de la capital, hacen que el mes de febrero sea de pavor para la ciudadanía, según lo destaca el presidente del Consejo Directivo de Utadeo, Jaime Pinzón. Así lo destaca en su columna de opinión en El Nuevo Siglo.
Para el consejero, las recientes noticias sobre lo que sucede en Bogotá impregnan de un ambiente de desazón e incertidumbre a la ciudadanía. Así, expone el columnista, hechos como los del robo frustrado por un escolta de la Unidad Nacional de Protección, en el que uno de los victimarios perdió la vida, se constituyen en uno de los dramas que tienen que vivir a diario los bogotanos. Afortunadamente, resalta Pinzón, el uniformado cumplió a cabalidad con su deber,
“Ninguno debe alegrarse por la muerte de un ser humano y ojalá que el desenlace hubiese sido distinto. En mi caso resalto el valor del escolta, no dudo de la proporcionalidad entre ofensa y defensa. Merece el reconocimiento de la comunidad. No omitió el cumplimiento de su obligación como lo hacen algunos guardianes cruzados de brazos frente a la comisión de delitos en sus narices con la explicación de que solamente tienen la obligación de proteger en el reducido marco de las porterías de los edificios”, puntualizó el consejero.
Por ahora, el centro de atención lo tiene la crisis de las basuras y de las alzas de Transmilenio, la gasolina y el impuesto predial que golpean directamente a los colombianos.
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