A propósito de las elecciones atípicas que se celebraron el pasado 6 de mayo en Cartagena, con el fin de elegir al nuevo alcalde de esa ciudad, el panorama de La Heroica aún es de incertidumbre, pues el candidato electo, Antonio Quinto Herrera, se encuentra investigado por la Procuraduría, y podría enfrentar la inhabilidad. Y es que como lo resalta El Espectador en su sección política del 5 de mayo, la capital de Bolívar solo tiene dos opciones: un pacto ciudadano contra la corrupción o seguir sumido en la crisis que ya deja ocho alcaldes en cinco años.
A propósito de ello, Roxana Segovia, exsecretaria de Educación de esa ciudad y actual directora de la Utadeo Caribe, destacó que el actual alcalde debe “organizar la casa y no robarse un peso”, pues Cartagena ha tenido que sufrir los efectos de la corrupción que han permeado todas las esferas de la administración distrital, situación en la que en parte ha tenido responsabilidad el Consejo Nacional Electoral al dilatar su decisión la candidatura de Quinto Guerra.
La directiva, al ser consultada sobre el mismo tema por Caracol Radio, dice ver con preocupación y decepción la actual situación política de la ciudad, en la que pareciera que la capital ha tocado fondo: “Cartagena se ha convertido en el sitio predilecto de muchos a nivel nacional de señalarla como foco de corrupción, y es que lastimosamente hemos dado un muy mal ejemplo de administración pública" .
Segovia también invitó a los jóvenes a votar y hacer frente al abstencionismo que ha favorecido en los últimos años a las maquinarias políticas.
Posterior a la jornada electoral, el portal web de la Revista Metro consultó a Segovia sobre la alta cifra de abstencionismo que se registró en los comicios: “¡con una abstención del 77,3% en Cartagena no tenemos derecho a quejarnos de nada! Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”.
Así mismo, en el artículo publicado por Publimetro sobre las cifras de participación de las elecciones en Cartagena, el profesor tadeísta Eduardo Sánchez recordó que esta racha de ausentismo en las urnas se debe, en parte, a la desconfianza que los cartageneros tienen en sus gobernantes, tras la crisis de gobernabilidad que azota a la ciudad: “La ciudad ha tenido nueve alcaldes en los últimos siete años, e incluso pasa que alcaldes elegidos de forma atípica no terminan su periodo o tienen su elección en entredicho. Esto hace que no solo los cartageneros estén cansados por el simple número de procesos electorales, sino también porque sus candidatos no tienen las condiciones morales mínimas para ser elegidos”, subrayó al ser consultado por el medio.