China de ensueños

China de ensueños
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Fotos: Erika Catalina Torres

“Todo luce tan diferente pero tan agradable y cálido, a pesar de estar tan lejos de mi país de origen no podría sentirme tan feliz”, eso pensé el primer día que pisamos tierra asiática, en un país tan antiguo como lo es China, y al transcurrir los días y hasta el último de la enriquecedora experiencia este pensamiento se mantuvo y solo se fue agrandando mi gusto y curiosidad por un país que aunque lejano te acoge con los brazos abiertos.

Cada día fue conocer y aprender algo nuevo, probar una comida distinta, hablar con una persona diferente, dar un paso y otro más aun y cuando el cansancio ya era bastante no queríamos detenernos, y como podríamos si a la vuelta de la esquina ya habría una nueva historia, fuera un templo, un museo o simplemente una calle o restaurante.

 

 

Queríamos ver y recorrer hasta el último rincón y claro tomar muchas fotos, así cuando volviéramos a Colombia podríamos contar y mostrar a familia y allegados una experiencia que aunque en imágenes se plasme no se puede expresar totalmente en palabras, porque fue tanto lo aprendido que es la experiencia de haberlo vivido y los maravillosos recuerdos que quedan en cada uno de nosotros los que nos hacen sonreír una y otra vez al recordar.

Si me preguntan qué fue lo que más me gusto del viaje a China, y más específicamente de Tianjin y Beijing, la verdad no podría disminuirlo a un solo hecho o cosa, pero por nombrar algunos se encuentra la seguridad de Tianjin, las comidas y bebidas, en especial él té por su aroma y sabor inolvidable, la Universidad de estudios extranjeros de Tianjin en donde fuimos recibidos y tratados de la mejor manera posible, los sitios turísticos y culturales como la imponente muralla China, el ojo de Tianjin, la Plaza de Tiananmén, el templo del cielo, el parque del agua, la casa de porcelana de Tianjin, entre otros.

 

 

Y por supuesto la gente, porque sin ellos la experiencia nunca hubiera sido tan enriquecedora. Gracias a nuestros compañeros estudiantes, guías, directivos y profesoras de la Universidad de Estudios Extranjeros de Tianjin, a la gente que nos encontrábamos por la calle, vendedores e incluso también turistas como nosotros que nos preguntaban de donde éramos, ayudándonos y siempre tratándonos bien, a mis compañeros campistas, la directora y coordinadora del Instituto Confucio con quienes nos acompañamos, reímos y compartimos.

Más que un campamento fue una experiencia inolvidable, un constante aprender de mandarín y de la historia de china y de su gente. Pude derribar muchos mitos que por años me habían dicho acerca de este país, claro no todo puede ser color de rosa y tienen defectos como todas las culturas del mundo, pero para pasar de ser uno de los países más pobres a una de las potencias más grandes actualmente es porque tienen muchas cualidades de las cuales como colombianos y como individuos es importante aprender.

 

 

Fue un sueño cumplido, un gestor de metas, el querer seguir aprendiendo el idioma para poder volver algún día, y unas inmensas gracias.

 

Erika Catalina Torres Pachón.

Estudiante de cine y televisión.

Universidad Jorge Tadeo Lozano.

 

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