Cuando estás en un país aprendiendo un idioma, y diariamente estás en contacto con ese idioma en cualquier lugar es muy normal que tu cuerpo tome comportamientos que no habías sentido antes. Por ejemplo, al llegar a China experimentamos cansancio, debido a la polución tenemos dolores de cabeza, por los cambios inesperados de clima nos da gripa y desaliento. Empezar clases de nuevo no es tan fácil en estas condiciones, requiere esfuerzo, descansar bien y ser equilibrados.
Hace unas semanas empezamos clases y vimos llegar un gran número de extranjeros, incluso más que en el semestre pasado, algunos con un buen nivel de chino y otros hasta ahora empezando; es emocionante ver con la alegría que llegan los nuevos, la misma alegría que hemos experimentado hasta el día de hoy. Ahora todos nos alistamos para las clases, seguir en un nivel superior siempre se siente la diferente, la exigencia es más alta, las tareas también aumentan y, por supuesto, se espera que hablemos y participemos más. Es ahí cuando de nuevo nuestro vuelve a sentir la sensación de cansancio, pero aun así felices de lo que nos espera en clase.
Las clases son muy buenas, pues tenemos lo que se llama escucha, conversar, escribir y leer, y los materiales con los que contamos son muy buenos y fáciles de entender. Estamos felices de empezar de nuevo, con nuevos retos y nuevas metas que cumplir. Este semestre es el último que nos queda y es por eso que queremos aprovechar cada día como si fuera el ultimo, aprender, estudiar con los estudiantes chinos y, como no, ponerlo en práctica en la vida real.
Esperamos con ansias nuevas historias que contar en este semestre que empieza.
Melany Mateus, Tianjin (China)
Estudiante de Idioma chino en la TJFSU.
Becaria del Instituto Confucio Utadeo.