La magia del marketing

‘Marketing’ no es sólo una forma elegante para decir ‘vender’.

Es mucho más radical que eso. Marketing, en su mejor y

más amplio significado, consiste en adaptar la totalidad de

su negocio a las necesidades cambiantes de sus clientes.

El problema del marketing

Oscar Wilde escribió: “La obra fue una gran éxito, pero la audiencia fue un total fracaso”. Algunas personas me dicen que sus negocios están bien, ¡que el problema son los clientes! Por lo general, la falta de ellos. El ‘problema de marketing’ que aseguran tener es no poder convencer a la gente para que compre sus productos. Su verdadero problema radica en que sus negocios están construidos en torno a ellos mismos y a sus productos o servicios, no sobre las necesidades de los clientes. Realizan sus actividades en una zona sin clientela, una suerte de vacío creativo. Están enfocados en el producto, no en el cliente. Luego esperan que algún tipo de marketing mágico lo venda. Es como si creyeran que el marketing es un polvo mágico que los expertos en marketing pueden esparcir sobre cualquier producto o servicio existente, haciendo que se venda como pan caliente a cualquier persona.

Las empresas creativas exitosas están realmente enfocadas en el cliente, no en el sentido de ponerlos en su mira (como si les dispararan los productos), sino colocando al cliente en el centro de su universo para que todo el negocio gire alrededor de ellos. Esto es una filosofía fundamentalmente diferente.

Es un cambio de mentalidad, de ¿cómo podemos vender lo que queremos crear?, a ¿podemos usar nuestra creatividad para ofrecer lo que los clientes quieren comprar?

La palabra ‘marketing’ incluye tanto de ciencia como de arte y también una amplia gama de habilidades, pero básicamente puede dividirse en marketing estratégico y marketing operacional.