Yaneth Mesías Bolaños, docente de danza contemporánea del departamento de Cultura de la Universidad Autónoma del Occidente, fue una de los tres ganadores de la ‘Beca creación de danza’ de la Convocatoria Estímulos Cali 2018, con la pieza que dirige e interpreta llamada ‘La niña sin nombre’.
Este reconocimiento con beneficio económico le brinda a la docente Autónoma la posibilidad de realizar el montaje de la pieza de danza que cuenta con alto contenido poético y pone en escena un tema que indigna a la sociedad: el abuso sexual a una menor de edad, “Este montaje es la voz de una legión de niñas que han sido acalladas u olvidadas aprovechando la impunidad, la soledad y el desvalimiento” afirma Yaneth.
Yaneth Mesías, se declara no como una pedagoga o una maestra, sino como una estudiante más que se encuentra en un constante aprendizaje de las lecturas de aquellos cuerpos inexpertos pero llenos de deseos de conocerse y generar un discurso consciente frente a lo que sucede, con deseos de gritar. De hecho, ama trabajar con niños, pues estos tienen magia, imaginación, desenvolvimiento absoluto que le enseñan nuevas maneras de leer sus corporalidades. Su encuentro con la danza, se empezó a formar a partir del teatro, no en academia, sino en las tablas, como le llama el Maestro Santiago García con quien realizó algunos talleres que la marcaron. Posteriormente, aprendió que para ella había mucha más tranquilidad en expresarse a
través de los movimientos de su cuerpo antes que con la palabra, y al empezar a encontrarse consigo misma, entendió de la lectura de otros cuerpos y de la lectura que los otros hacían de ella. Una maravillosa forma de comunicación, donde nada se analiza y encuentra muchísima libertad.
En el momento en que entró a la Universidad Autónoma de Occidente de Cali, en calidad de profesora conoció el grupo de danza Senda Violeta, mismo grupo que no fue conformado por una facultad o carrera artística específica, ha participado activamente en numerosos Festivales y Encuentros que, le ha dado el pie a Yaneth para poder seguir trabajando en este espacio de creación desde la Memoria con la que puede generarle al cuerpo un diálogo, un diálogo activo y crítico consigo mismo, un diálogo con el espectador, una posición crítica y una postura política desde la danza. Trabajan con objetos, que se convierten en dinamizadores y catalizadores de la acción, del movimiento, de la coreografía; es allí donde se empieza a generar lo poético. Son objetos que se resignifican en el escenario, generan un símbolo lingüístico desde la imagen, dialogan con el movimiento y ayudan al espectador a obtener un panorama completamente distinto de lo que ya
tenían sobre cada objeto. En su último trabajo llamado “Silencio”, los estudiantes que conforman Senda Violeta hicieron un trabajo de investigación muy bello en el que pudieron entender realmente lo que está sucediendo al interior del país y salieron de esa burbuja en que vivían. Descubrieron realidades que están allí palpables, tocando las puertas que solían y solemos, ignorar. Para Yaneth, hay suma importancia en la investigación que genera el intérprete para que pueda detonar lo que hay a su alrededor, para expresar cómo se ha visto afectado y ponerlo en escena, para que le recuerde al espectador que a él las cosas también le afectan y que este, pueda descubrir una forma diferente para enfrentarse a todo.
Este año, el tema del festival no está nada alejado de lo que han desarrollado como grupo por tantos años. Es un trabajo que se hizo desde el confinamiento. La universidad recientemente abrió sus puertas, pero los chicos continuaron clases en modalidad virtual, lo que les permitió reconectar con integrantes antiguos y egresados que ya no se encuentran en la misma ciudad o el país. Fue un encuentro muy bonito, en que encontraron su espacio, entendieron cómo su cuerpo se encuentra en ese cotidiano que no conocían realmente. Volvieron a aprender sobre movimiento y a trabajarlo con la cámara.
“El espacio que normalmente habitamos y que, con este confinamiento, tuvimos que releerlo, reencontrarnos con él. De eso habla este trabajo que se llama: Espacio”.
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Yaneth, siempre que se encuentra con este festival, se lleva las sorpresas más increíbles. Lo bonito de él, es que tiene espacios abiertos de reflexión que se impulsan constantemente frente a lo que se ve o se siente y para ella, es muy valioso antenerlo e impulsarlo porque es lo que alimenta a todos, porque hemos perdido la sensibilidad y la necesitamos de regreso. Espera que aquí se haga evidente que todos trabajamos a partir de la cotidiano. Quiere ver qué sucede con los cuerpos cuando adquieren claridad, desarrollan, traspasan y llevan a otro nivel su entendimiento del cotidiano que estará atravesado por muchas emociones desde lo prosaico y lo poético.
“Creo que vamos a tener grandes sorpresas, como espectadora, estudiante y artista, me lo voy a disfrutar en demasía, como siempre”.
Nicole Camila Peña Montoya |
