Una aventura asiática

Una aventura asiática
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Los primeros cinco meses viviendo en China han estado llenos de aventuras y cosas nuevas.

Empezando por el cambio que hice en mis estudios, de Ingeniera Química a dedicarme del todo al estudio de un idioma. El cambio de método de estudio ha sido lo más difícil ya que estaba acostumbrado a otro ritmo y a aprender las cosas de otra forma, pero con el tiempo y la ayuda de mis compañeros me he ido adaptando.

En este tiempo, he aprendido muchas cosas de otras culturas a través de las experiencias y los viajes que he podido realizar con mis amigos.

He tenido la fortuna de poder compartir con personas de muchas partes del mundo, con las cuales he desarrollado una buena relación. También he tenido la oportunidad de realizar tres viajes que no tenía planeados antes de venir a China, eso me ha dado a entender que las mejores cosas son las que no se planean.

El primer viaje que realicé fue a Mongolia Interior. Allí visitamos lugares poco comunes,  como el desierto, donde montamos a camello, y las llanuras, donde montamos caballo. Pude apreciar la influencia que tiene la cultura de los mongoles sobre esta parte del país, además de la fría experiencia de dormir en una yurta.

 

El segundo viaje fue a la majestuosa ciudad de Xi’an, la cual tiene la esencia de la antigua cultura china por su arquitectura: los palacios, la muralla que rodea la parte central de la ciudad y, por supuesto, los Guerreros de Terracota. Esta es una ciudad que no se puede dejar de visitar si se encuentran en el Gigante Asiático, es espectacular y llena de historias por contar.

 

El último viaje que realicé fue a Seúl durante la temporada de vacaciones de invierno. Este viaje lo compartí con los mejores amigos que he hecho en China, ellos son: Jae (Corea), Ernesto (Perú) y Lizet (Colombia).

Conocer otra cultura de Asia ha sido esplendido. Corea del Sur es un país lleno de cosas maravillosas, como su cultura, comida, personas, lugares turísticos y un sin número de cosas que me han dejado sorprendido. Es un país a tener en cuenta como ejemplo a seguir.

 

Mi vida en China ha estado llena de buenas experiencias, mucho aprendizaje y de mejoras cada día en el idioma chino. También me ha hecho crecer como persona.

Estos primeros 5 meses no los cambiaría por nada y estoy muy agradecido con el Instituto Confucio, la Universidad Jorge Tadeo Lozano, los directivos del Instituto Confucio Utadeo, las profesoras, mi familia y amigos que siempre han estado atentos y apoyándome para poder lograr este sueño.

 

Continúa con la segunda parte de esta historia AQUÍ

 

Mathias Gomez.

Estudiante de Idioma chino en la Universidad de Estudios Extranjeros de Tianjin.

Becario del Instituto Confucio Utadeo.

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