Una aventura asiática parte 2

Una aventura asiática parte 2
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Fotos: Mathias Gomez

El segundo semestre viviendo en China también ha estado lleno de nuevas experiencias, aventuras y mucho aprendizaje.

Experiencias inolvidables

Después de las vacaciones de invierno al pasar los días la universidad volvía tomar vida con el retorno de los estudiantes antiguos y dándole la bienvenida a los nuevos.

Antes de retomar los estudios tuve la oportunidad de ir al estadio de futbol de Tianjin, donde presencié del partido entre el Tianjin Quanjian (天津权健) contra el equipo de Hong Kong, el Kitchee. A pesar de que el estadio no estaba lleno el ambiente fue fenomenal de todas formas, los chinos hoy en día están muy interesados en el fútbol y los hinchas del equipo local no paraban de alentar durante en todo el partido.

Lo mejor de todo fue el resultado final de 3-0 a favor del equipo de Tianjin y haber logrado presenciar en el campo a Diego Forlán (38 años), un gran jugador uruguayo que se encontraba realizando sus últimas presentaciones para el equipo de Hong Kong.

 

 

Una de las mejores experiencias este año ha sido la sorpresa que mis amigos me prepararon para mi cumpleaños, que a pesar de estar tan lejos de casa, se disfrutó de maravilla y me di cuenta que las amistades trascienden fronteras. 

 

 

También fue emocionante participar el festival de comidas (美食节) que la universidad realiza cada año por tradición. En este la mayoría de estudiantes se reúnen con sus compatriotas y preparan comida para vender en el festival.

Junto con mi compañera colombiana Lizet, la ayuda de un amigo peruano (Ernesto) y nuestras amigas y  profesoras  叶昱彤 (Ye), 王淑琬 (Wang) y 朱丹阳 (Zhu) realizamos la comida para el evento. Fue una gran experiencia debido a que tuve la oportunidad de representar a mi país en China, probar platos típicos de otros países y además de poder compartir con los compañeros y amigos de las otras nacionalidades.

 

 

Los viajes por China

El primer viaje que realicé en este segundo semestre fue a la majestuosa ciudad de Shanghái (上海) donde compartí con mi primo, que estaba de viaje por el Gigante Asiático. Fueron tres días en total en los que conocí los lugares más emblemáticos como: el jardín Yuyuan (豫园), el Bund, la calle Nanjing (南京路), museos y templos.

Shanghái es una ciudad totalmente diferente a cualquier otra en China, debido a su belleza, sus acogedoras calles, sus diferentes paisajes y su estilo de vida.

 

 

El segundo viaje que realice fue junto con Lizet, Ernesto y la profesora叶昱彤 (Ye Yutong). Fuimos a la playa de Beidaihe (北戴河) en la provincia Hebei (河北) allí estuvimos dos días. En ese lugar compartimos con personas de diferentes nacionalidades, realizamos varias actividades, comimos barbacoa china (烧烤), y lo mejor de todo fue que acampamos en la playa.

 

 

El tercer y último viaje que realice fue a la el Monte Tai (泰山) ubicado en la ciudad de Tai’An  (泰安), en la provincia de Shandong (山东).

El Monte Tai es una de las cinco montañas sagradas del taoísmo en China, la cual tiene más de 6.000 escalones, una elevación de 1.545 metros y gran cantidad de templos a lo largo del camino hacia el pico.

Este viaje lo realice solo, fue una experiencia totalmente diferente a los otros viajes que realice con amigos o familia.

Este monte es un lugar que frecuentan los chinos creyentes del taoísmo, en el camino solo logré encontrarme con dos extranjeros. La mayoría de chinos que van a escalar a la montaña, llevan con ellos inciensos que usan en los templos para rezar y dejar como ofrenda.

La llegada a la cima de la montaña fue agotadora, alrededor de tres horas, pero cuando se está en la cima la sensación es gratificante. El regreso lo hice en teleférico, está fue una experiencia muy interesante ya que pude apreciar el paisaje que tiene la montaña, hice una fila de dos horas para poder tomarlo pero valió la pena hacerla.

 

 

Estudiando en China

Este semestre en mi curso la mayoría de los compañeros eran de Corea del sur o de Japón, lo cual me permitió practicar más el chino y a pesar de que las culturas son tan diferentes, logre forjar una buena amistad con mis compañeros y compartir buenas experiencias. Este semestre me sentí más cómodo debido a que me logré adaptar al ritmo y método de estudio.

La mejor parte del semestre fue cuando tuvimos que actuar, interpretamos la leyenda china “El vaquero y la tejedora” (牛郎织女) que narra el origen del día de los enamorados. Mi grupo estaba conformado por cuatro japoneses y yo, a pesar de que la comunicación no fue fácil nos divertimos demasiado y al final la obra fue un éxito.

Para finalizar en las últimas semanas del semestre llegaron los compañeros del Instituto Confucio a disfrutar del Campamento de Verano 2018. Lograr compartir con ellos fue una bonita experiencia debido a los momentos vividos en tres semanas, también que me hicieron sentir como en casa y darme cuenta que los colombianos definitivamente somos las personas más alegres del mundo.

 

 

Como conclusión, durante estos 10 meses viviendo en china, me he dado cuenta que con esfuerzo y dedicación los sueños se hacen realidad y que definitivamente las mejores cosas que pasan son las que no están planeadas. Agradezco a todas las personas que me han acompañado en este viaje, en este año que ha sido el mejor año de mi vida. A los que a pesar de la distancia siempre han estado pendiente de mí y con los que día a día compartí en Tianjin, mi segundo hogar.

Valió la pena todo lo sacrificado para lograr llegar hasta aquí.

 

Conoce la primera parte de esta historia AQUÍ 

 

Mathias Gomez.

Estudiante de Idioma chino en la Universidad de Estudios Extranjeros de Tianjin.

Becario del Instituto Confucio Utadeo 2017.

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