Desde el páramo de las Papas hasta Bocas de Ceniza, el río Magdalena atraviesa siete departamentos y 32 municipios, arrastrando no solo sus aguas sino también sus problemas ambientales. El director del Departamento de Ciencias Biológicas y Ambientales de Utadeo, Andrés Franco, en su columna de opinión en El Tiempo, hace un llamado a la ciudadanía para salvar a este afluente, considerado uno de principales del país.
Así, cuenta Franco, la pérdida de zonas boscosas en las orillas del río afectan su capacidad de retención de agua, mientras que las aguas domésticas e industriales lo contaminan directamente con desechos orgánicos, sales, metales tóxicos, nitratos, fosfatos, plásticos, plaguicidas y disolventes, lo cual, en últimas, afecta considerablemente la biodiversidad en fauna y flora de la zona.
Ahora bien, Franco señala que la agricultura y la ganadería también contribuyen a la contaminación del Magdalena, pues estas actividades han modificado lsu dinámica: "En la cuenca de este río, que constituye el 24 por ciento del territorio nacional continental, se focalizan el 80 por ciento de la población y el 85 por ciento del PIB; por ende, el grueso de los problemas sociales, económicos y culturales tiene como veedor y receptor al Magdalena”, sostiene el columnista.
Finalmente, recuerda que la solución a la grave crisis ambiental de esta ‘arteria aorta’ del país es seria y compleja, por lo que se debe buscar lo más rápido posible.
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