Saludo del director
La primera vez que se revela una fotografía en el cuarto oscuro del laboratorio es una experiencia indescriptible:
Al principio estará el rollo: Rebobinado, compacto, recién sacado de la cámara; luego vendrá un proceso de movimientos rítmicos y tiempos precisos, con lo cual se obtendrá un revelado en negativo en el que cada fotograma –entre 24 o 36 fotos–, guarda celosamente cada uno de los encuadres que detuvieron, para siempre, el tiempo de un gesto.