Daniela López Martínez nos cuenta en su relato, publicado en la sección de El Espectador, “Cuentos de sábado en la tarde”, la historia de una esquina, de las muchas que hay en la ciudad, pero esta es especial por estar habitada y vivida por una mujer que logra contar en su totalidad todo lo que pasa allí. Desde los olores, hasta las personas que pasan hacen parte de este lugar en el centro de Bogotá, ambientado en una tarde-noche gris.
“Es la esquina, siempre cada atardecer es la misma esquina, el mismo bolso, las mismas tangas, la misma blusa transparente”, cuenta Martínez en su relato, que le da vida a un lugar apropiado desde hace mucho tiempo por los y las trabajadoras sexuales en el centro de la ciudad.