Texto: Maria Sofia Rodriguez Sarmiento
Fotografías: Sofía Rodríguez y Mariana
Edición de fotos: Daniel Gael
Edición: Luna Martínez
Esta propuesta nace en Colombia de la mano de la Compañía de Artes Verbales Mora Celeste (antes llamada Saraswati Artes Integradas), en la que sus creadoras, Liliana Moreno Muñoz y Zayda Ayala Melo, nos plantean la posibilidad de trasladar la acción íntima de leer a un lugar público, provocando que por medio del acto de juntar soledades se resignifiquen espacios de la ciudad y, a la vez, se promocione la lectura. Tal como ellas lo explican: «Sentimos que esta acción simbólica y festiva puede fortalecer los lazos en las comunidades, resignificar espacios públicos, potenciar la confianza y tejer nuevos vínculos. Una acción artística participativa, pedagógica, altamente simbólica, silenciosa, amorosa, festiva y contundente puede también hablar del papel del arte, el saber y la educación en nuestros territorios».
Ahora bien, ¿en qué consiste esta acción poética? La idea es que, de manera repentina y en un espacio no convencional como la calle o la plaza, las personas se sienten en el piso a leer en silencio alrededor de media hora; luego, estas mismas se levantarán para iniciar una lectura en voz alta y al unísono, acción que se convertirá después en una caminata o un círculo coral.
Siendo su primera jornada en febrero de 2015 en Chía, Cundinamarca, la propuesta ha ido poco a poco creciendo y recibiendo el apoyo de diferentes entidades, entre ellas la Biblioteca Nacional de Colombia, espacio en el que también se han llevado a cabo algunas jornadas de esta. Actualmente el proyecto cuenta con el respaldo de la Red Nacional de Bibliotecas de Colombia y, tanto a nivel nacional como internacional, ha recibido diferentes premios y reconocimientos como el del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes de Colombia a la labor bibliotecaria y de promoción y mediación de lectura, escritura y oralidad para la cultura de paz 2024.
Una de las razones por las cuales el proyecto ha tenido tanta acogida se debe a que, en principio, no requiere recursos económicos para su realización, abriendo la posibilidad a que diferentes personas, colectivos y organizaciones se sumen a la Red Al Aire Libro, la cual ha ido crecido cada año. Además de Colombia, dentro de esta red podemos encontrar países como México, Perú, España, Uruguay, Venezuela, Ecuador, Argentina, Guatemala, Estados Unidos, Nicaragua, Paraguay, Brasil, Rusia, entre otros; una variedad que da muestra del alcance que propuestas como esta pueden llegar a tener.
Al Aire Libro, Bogotá 2025
Tras 10 años desde su primera jornada, Al Aire Libro 2025 se tomó las calles del centro de Bogotá la tarde del pasado viernes. Desde las 4:00 pm diferentes personas empezaron a juntarse en la entrada principal de la Universidad Central, sobre la carrera 5 con calle 21; silenciosamente se sentaron en las bancas y escaleras de este espacio, y con un libro en la mano se dedicaron a una plácida lectura. Pasadas las 4:30 algunos de ellos empezaron a levantarse y a recorrer el lugar mientras iban leyendo en voz alta fragmentos de sus libros. Esta acción dio paso a un recorrido por la carrera 7, en la que, al unísono y en grupo, los participantes continuaron su lectura abierta.
Claro que fueron objeto de comentarios y miradas que con extrañeza se preguntaban por el suceso que estaba ocurriendo, algunos transeúntes se detenían para tomarles fotos, incluso hubo quienes se les acercaban a preguntarles el porqué de su actividad. Finalmente, la caminata concluyó en el Planetario de Bogotá, en donde el colectivo Libro Al Viento tenía programada una actividad de creación grupal entre los participantes; dando así cierre a esta jornada de Al Aire Libro 2025, en medio del tranquilo sol del ocaso y con la emoción de haber podido compartir el amor por la lectura colectivamente.