Para combatir acciones de violencia en la universidad es necesaria la participación de los estudiantes y esta participación orientada hacia promover la organización estudiantil, exige liderazgo. El liderazgo en la política consiste en permitir y empoderar a otros con el fin de lograr un propósito compartido. Así, está íntimamente relacionado a la organización, la fijación de objetivos, la distribución de funciones y la ejecución de tareas.
Esta capacitación buscó mejorar la práctica de liderazgo y organización con el fin de diseñar estrategias para combatir el acoso y la violencia desde los estudiantes. En este sentido, el liderazgo no es una característica innata de una persona. Es una práctica que se aprende de forma continua y que, por lo tanto, requiere de conocimientos teóricos y ejercicios de formación, se perfecciona sólo a través de la experiencia.
Aprender a ejercer el liderazgo, plantear y desarrollar un proyecto dirigido a erradicar el acoso y la violencia al interior de la universidad, fue uno de los propósitos de este espacio, que permitió a los estudiantes que asistieron responder a tres preguntas fundamentales: ¿A quién organizan?, ¿qué problemas quieren resolver?, y ¿cuáles son los recursos para resolver ese problema?
Así la Dirección de Bienestar Universitario con el propósito de acompañar los esfuerzos de los líderes estudiantiles, representantes de los Programas Académicos a los Comités Curriculares y al Consejo Directivo, así como a los líderes de los colectivos tadeístas, procuró este encuentro con el propósito de motivar y facilitar la creación de iniciativas para combatir la violencia y el acoso, así como de ofrecer herramientas fundamentales para el desempeño de un buen liderazgo.
Algunos tips que debe tener en cuenta un buen líder.
- Liderar con el ejemplo.
Los líderes necesitan mostrar, no solo hablar. Puntualidad, buena presentación, cortesía y amabilidad son claves para proyectar una muy buena imagen como líder.
- Un buen líder reconoce el trabajo en equipo.
Hay una diferencia entre un líder y un jefe. Mientras que ambos están a cargo, un líder comparte el foco de atención y se siente cómodo al dar crédito a otros.
- Ser eficaz con la forma de comunicar
La comunicación efectiva es imperativa. Los grandes líderes se aseguran de que sean escuchados y comprendidos, pero también saben la importancia de escuchar. La comunicación es una vía de doble sentido.
- Convocar a reuniones productivas.
Propósito claro, tiempo prudente y una dinámica organizada definiendo el carácter de la reunión, llegando a consensos o disensos son recomendaciones importantes para programar estos encuentros.
- Conoce tus límites.
Incluso el líder más amable y gentil tiene límites. Establece los tuyos y apégate a ellos.
- Encuentra un mentor.
Nadie puede ser una isla. Los mejores líderes saben cuándo necesitan ayuda y saben a dónde acudir para obtenerla. Nadie puede saberlo todo, por lo que encontrar a alguien de confianza para que te asesore cuando las cosas se ponen difíciles puede marcar la diferencia.
- Define las reglas en el grupo:
Para lograr un buen trabajo en equipo, se requiere de normas claras y acordadas. Un buen líder debe procurar por la concertación de las “reglas de juego” que faciliten la colaboración, la comunicación, el respeto y la resolución de controversias.
- Conocer tu comunidad:
Un buen líder conoce su comunidad y tiene la capacidad de identificar las fortalezas y valores que la unen para trabajar en objetivos comunes.
- Sé emocionalmente inteligente
Hay que mantener el equilibrio entre la razón y el corazón. Esto te permitirá ser asertivo.
- Nunca dejes de mejorar.
Los grandes líderes, de hecho, las grandes personas, están constantemente aprendiendo y siempre tratando de mejorar a sí mismos. Siempre hay algo en lo que puedes trabajar o una nueva habilidad que dominar. Asegúrate de mantener tu mente abierta a nuevas ideas y posibilidades.