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Abril 2023

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Viernes 31 de Marzo 2023

Sergei Rachmaninov 150 años

 

 “La música debe expresar el país de nacimiento del compo­sitor, sus amores, su religiosidad, los libros que han influido en él, las pinturas que ama, debe de ser la suma de sus experiencias. La música brota sólo del corazón y al corazón se dirige. La música es amor, su hermana es la poesía y su madre el sufrimiento”.

 Sergei Rachmaninov

 

El 1 de abril se cumplen 150 años de nacimiento del compositor, pianista y director ruso Sergei Rachmaninov, figura notable de la música en el siglo XX. Nació en Semio­novo, Imperio Ruso en 1873 y falleció en Beverly Hills en 1943. Enmarcado como uno de los últimos compositores posrománticos y uno de los pianistas más influyentes del siglo pasado. Nació en un ambiente aristocrático, especialmente por su madre. Sin embargo problemas, malos manejos familiares y la Revolución Rusa llevaron a la familia a abandonar Rusia y establecerse en Estados Unidos.

Adorado por el gran público y discutido por una buena parte de la crítica, sus obras convocaron a grandes audiencias que lo convirtieron en uno de sus compositores favoritos. Una de sus frases más famosas fue: “La música brota sólo del corazón y al corazón se dirige” y es toda una intención de principios en la que devela el poder emocional de su obra.

Los grandes maestros que influyeron en el joven Rachmaninov fueron, Tchaikovsky, Ba­lákirev y Moussorgsky. Realizó estudios de piano en Moscú con Nikolai Zverov y con Aleksandr Siloti. También recibió formación con los compositores: Anton Arenksi en ar­monía, Sergei Taneyev en contrapunto y Piotr Ilich Tchaikovsky, a quien siempre le de­mostró gran admiración. La reputación de Rachmaninov comenzó a cimentarse a partir de 1893, cuando fue representada por primera vez su ópera Aleko, trabajo de fin de grado que pocos meses antes le representó la obtención de la Gran Medalla de Oro del Conservatorio. Dicha representación le proporcionó la admiración y el inestimable apoyo de Tchaikovsky, deslumbrado por el talento del joven compositor.

Nos recuerda el crítico Antonio Díaz Bautista, cómo fue el paso de Rachmaninov por Estados Unidos después de 1917 y donde desarrolló sobre todo una carrera como concertista: “Era un pianista admirado y sus rendimientos económicos eran altísimos. Sin embargo, nunca se adaptó al estilo de vida norteamericano. Siempre añoró su patria y ni siquiera llegó a aprender bien el inglés, por lo que se relacionó casi exclu­sivamente con un reducido círculo de compatriotas. Su obsesión por la disciplina, y su carácter, melancólico y reservado, le granjearon cierta fama de personaje hosco, aunque era muy cordial con los íntimos. Siempre se negó a que sus conciertos fue­ran retransmitidos por radio, pues mantenía que aquel medio carecía de la calidad sonora necesaria, aunque, por fortuna, sí que accedió a grabar algunos discos. Se mantuvo muy fiel a la tradición romántica, y, en este sentido, fue un músico fuera de su tiempo, que rechazaba las vanguardias imperantes y, a su vez, era mal visto por los partidarios de ellas, pero no se puede decir que no fuera en absoluto innovador en sus pro­fundas exploraciones de las posibilidades sonoras del piano y la orquesta”.

Rachmaninov escribió 5 obras para piano y orquesta: Rap­sodia sobre un tema de Paganini, 4 conciertos para piano, de los que indudablemente el Segundo es una de las obras más populares. Tres sinfonías y otras obras orquestales como La roca, capricho bohemio, la isla de los muertos y danzas sinfónicas. Destacan en su obra para piano 24 preludios, seis momentos musicales, variaciones sobre un tema de Chopin, variaciones sobre de un tema de Corelli, dos sonatas para piano. Dos importantes obras corales a capella: Liturgia de San Juan Crisóstomo y Las vísperas. Otras obras corales inclu­yen una sinfonía coral, Las campanas, Cantata de primavera. Completó 3 óperas: Aleko, El caballero avaro y Francesca da Rimini.

Fue uno de los más destacados pianistas de la época al lado de grandes figuras como: Leopold Godowsky, Ignaz Fried­man, Moritz Rosenthal, Arthur Schnabel, Ferruccio Busoni y Józef Hofmann. El destacado escritor y crítico Harold Schoen­berg, definió el estilo de este poeta del piano: “Sus ritmos no tenían excentricidades, sus ideas no eran sentimentales, se apegaba a la nota impresa, se sentaba tranquilamente ante el instrumento.

Probablemente, ningún pianista haya tenido nunca su acaba­do, su autoridad y su perfección inquebrantable. Un pianista romántico que evitaba cuidadosamente la exageración”.

Rendimos homenaje a Sergei Rachmaninov en los 150 años de su nacimiento en el programa Música Nocturna, lunes a viernes, 11:00 pm, recordando sus obras más importantes y compartiendo algunos detalles notables de su biografía.

 

 

Orlando Ricaurte López

Comité de Programación

HJUT 106.9 FM

 

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