Tecnología y conocimiento, dos características de los trabajadores del futuro
La tecnología y el conocimiento son dos de los componentes que caracterizan a los trabajadores del nuevo mercado laboral. Esta fue una de las ideas que surgió en el seminario ‘El nuevo mercado laboral: reto para la educación superior’ que se llevó a cabo el pasado 29 de septiembre en Utadeo.
En la apertura de la jornada, Cecilia María Vélez, rectora de Utadeo, resaltó la importancia del evento para la Universidad, pues “desde el Departamento de Economía tenemos una línea de investigación de nuevos mercados laborales y, además, nos estamos planteando cómo nuestros programas pueden responder a las demandas de este mercado”.
La rectora y exministra de educación se refirió la velocidad de la Revolución Industrial del Conocimiento y su incidencia en las competencias del capital humano, especialmente porque este panorama exige a las universidades hacer cambios a nivel pedagógico y en los contenidos de formación.
Cecilia María Vélez
El seminario reunió a distintos sectores de la sociedad, representados en el Ministerio de Educación, la Organización Internacional del Trabajo, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Cámara de Comercio de Bogotá y el Ministerio del Trabajo, entre otros actores.
El primer participante del seminario fue Julio Gamero, especialista en Empleo y Políticas de Empleo de la Oficina de la OIT para países andinos.
En su intervención, el experto se refirió el devenir histórico del crecimiento económico en relación a los avances tecnológico, según varios académicos y pensadores.
Una de las principales ideas de su exposición fue el vínculo histórico entre tecnología y mercado laboral que, por lo general, ha implicado un proceso de destrucción y creación de paradigmas y empleos.
Si bien las nuevas tecnologías destruyen empleos, es muy probable que impulsen nuevos puestos. Además, expanden nuevos productos e industrias. A esta destrucción suele llamarse “destrucción creativa” y genera grandes ganancias.
Julio Gamero
Así mismo, Gamero se refirió a que en esta dinámica los trabajadores deben desaprender lo viejo y aprender lo nuevo. En este proceso los trabajadores de mediana edad presentan dificultades para adaptarse.
La tecnología, a su paso, ha significado un incremento de la productividad, lo cual puede asumirse como positivo. No obstante, supone algunos retos como la polarización de la distribución del ingreso en los trabajadores, pues existen profundas brechas entre personas calificadas y otras menos calificadas.
Otro de los retos está relacionado con la necesidad de cambio en los marcos regulatorios, pues los mercados, los empleadores, los trabajadores y los consumidores cambian.
La innovación de los productos y las nuevas formas de crear valor pueden verse como posibilidades para enfrentar estos retos, a través de la creación de nuevos y mejores empleos.
Esto generaría nuevas categorías de trabajadores en donde el conocimiento marcaría la diferencia. Aquellos trabajadores que incluyan en sus habilidades el uso de la tecnología y la capacidad de análisis de lo simbólico, tenderán a ser el actor principal del capital humano.