Shlomo Mintz y Wilson Hermanto ensayan con la Orquesta Filarmónica de Bogotá

El pasado 11 de julio en el Auditorio Fabio Lozano, la Orquesta Filarmónica de Bogotá ofreció un concierto con dos invitados muy especiales, el primero se trata de Wilson Hermanto, Director invitado, estadounidense nacido en Yakarta, Indonesia, y de ascendencia china, cuenta con una serie de exitosos estrenos en su haber. El más reciente fue con la Orquesta Nacional de Lyon en mayo de 2012 en un programa que incluía la versión original de Amériques de Edgard Varése. Otros compromisos han incluido actuaciones con la Orquesta Filarmónica de Londres, la Orquesta Sinfónica de Praga, aclamada por la interpretación de Dafnis y Cloe de Ravel, la Orquesta Nacional del Capitole de Toulouse, la Orchestre de Chambre de Paris para una gira en Japón y una nueva e inmediata invitación para conciertos en París, y el Schleswig-Holstein Festival Orchestra, en colaboración con el pianista Lang Lang. Entre otras grandes presentaciones, cabe destacar las interpretaciones de las sinfonías número 1 y 4 de Mahler Projects en la Suiza Romaña.

El segundo invitado especial fue el violinista Shlomo Mintz, uno de los violinistas más destacados de nuestro tiempo, apreciado por su musicalidad impecable, versatilidad estilística e imponente técnica. Nacido en Moscú en 1957, dos años más tarde emigró a Israel con su familia, donde estudió con la renombrada Ilona Feher. A los 11 años hizo su debut en un concierto con la Filarmónica de Israel. A los 16, debutó en el Carnegie Hall en un concierto con la Orquesta Sinfónica de Pittsburgh bajo la batuta de Isaac Stern. Ha tocado con músicos históricos como Sergiu Celibidache, Pablo Casals, Eugene Ormandy, Claudio Abbado, Lorin Maazel, Mistislav Rostropovich y Carlo Maria Giulini. En la temporada 2012 - 2013, celebró su 50 Aniversario con la Orquesta Nacional de Francia en concierto conmemorativo en el Teatro de los Campos Elíseos, como director y solista. Es presidente habitual de Jurados y director artístico de numerosos festivales musicales. También es co-fundador de "Violines de la Esperanza", un proyecto para promover la paz a través de la música. 

Shlomo Mintz, nos habló respecto a por qué se dedicó al violín, al programa los violines de la esperanza y animó a los jóvenes a oir música clásica. Respecto a por qué eligió el violín nos dijo que "Es una larga historia, yo no elegí el violín, en realidad mis padres lo eligieron por mi, eran tiempos difíciles, era un mundo y un siglo distintos, también influyó que mi padre no pudo tocar el violín y dijo que su hijo si lo tocaría. El violín es un instrumento muy demandante porque toma muchas horas de estudio y total dedicación, si tú quieres ser el mejor debes ser tenaz y practicar 10 horas al día o más. Yo disfruto haciendo música, comunicando música en cualquier forma, trato de absorver y envolverme en la música", dijo Mintz.

Respecto a cuál es su compositor favorito dijo que "no tengo un compositor favorito, por ejemplo, un buen actor es el que mejor represente la obra, lo que yo hago es convertirme en Beethoven o en Brahms, de eso se trata". De la historia de "Violines de la Esperanza" nos dijo que trata de los instrumentos de los músicos asesinados en el holocausto, los cuales se quedaron y contaban las historias de sus dueños. El mensaje más importante del programa violines de la esperanza, es enseñar a las nuevas generaciones a no hacer daño a los seres humanos y respetar cada vida humana, que cada ser humano se respete sin importar su origen, nacionalidad, creencia política o religiosa; respetar la vida de otras personas es lo más importante".

Finalmente Shlomo nos comparte que el mensaje más importante que la música clásica deja a la gente jóven es aprender a escucharse unos a otros, "la gente joven necesita escuchar a los otros en el futuro".