Un recuento de cómo se han adjudicado las tierras en nuestro país desde el periodo posterior a la Independencia hasta la actualidad, es el tema de la más reciente columna de opinión del presidente del Consejo Directivo de Utadeo, Jaime Pinzón López, publicada en El Nuevo Siglo bajo el título de '¿Cuál ley de tierras?'.
El columnista recuerda que en tiempos de la colonia la repartición se hacía a dedo, y en la independencia se premió a los criollos por apoyar la causa, emergiendo los compadrazgos que beneficiaron a militares, políticos y prestamistas del gobierno. De igual manera, en el siglo XX, destaca López, se llevaron a cabo tres intentos de reforma agraria, en los gobiernos de López Pumarejo, Alberto Lleras y César Gaviria, procesos que fueron malogrados o fallidos.
De esta manera, fenómenos como el narcotráfico, los cultivos ilícitos de las Farc y el despojo de tierras por parte de los paramilitares, que coparon extensas áreas de tierra, generaron que la ilegalidad prevaleciera en el derecho a la propiedad: “La entrega de baldíos a quienes no correspondía creció. Las injusticias y desigualdades borraron los avances obtenidos para reordenar la tierra, hacerla más productiva y las zonas de reserva campesina se enredaron en medio del conflicto armado, de los narco cultivos”, sostiene el consejero.
Es por ello que, uno de los puntos cruciales de los Acuerdos de Paz entre el Gobierno y las Farc se centraron en la reforma agraria, de expropiación de tierras, incluso por vía administrativa, con el objetivo de entregarlas a los campesinos. Sin embargo, Pinzón se cuestiona acerca de a cuáles personas y cómo se repartiría la tierra: “Los gremios opinan, el Congreso se alista a impartirle aprobación por la vía rápida, parece existir mayoría para esa ley que adquiere el carácter de demagógica bandera electoral a escasos meses de la terminación del periodo presidencial de Juan Manuel Santos”, puntualiza el consejero.
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