"La forma como se hacen los negocios en Ecopetrol es bastante casera”: Salomón Kalmanovitz

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"La forma como se hacen los negocios en Ecopetrol es bastante casera”: Salomón Kalmanovitz
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Lunes, Julio 24, 2017
El profesor emérito reflexiona acerca del contrato suscrito entre la compañía petrolera y Episol, donde Ecopetrol perdió más de 107 millones de dólares. ¿Para qué existen empresas "públicas" en el país si solo defienden los intereses privados? Es uno de los interrogantes que plantea el tadeísta.
Fotografía: Oficina de Comunicación

“La forma como se hacen los negocios en Ecopetrol es bastante casera”. Con este contundente argumento inicia la más reciente columna de opinión del profesor emérito de Utadeo, Salomón Kalmanovitz, titulada “Bioenergy: otro descalabro de Ecopetrol”, en la cual continúa reflexionando sobre los problemas financieros de la empresa petrolera.

El columnista recuerda que en el caso Bioenergy uno de los gestores del proyecto de etanol estuvo en su junta directiva, y se contrató para su ejecución a una empresa española reconocida por ser corrupta e incompetente. Adicionalmente Bioenergy compró tierras apropiadas indebidamente, que a su vez no se han podido utilizar debido a la hostilidad del hábitat.

Kalmanovitz advierte que desde las proyecciones del negocio de Bioenergy se planteaba que Ecopetrol debía comprar el etanol a 2,50 dólares el galón, el doble de su costo a nivel internacional, generando con ello la percepción que el consumidor colombiano seguirá siendo explorado para siempre por la empresa pública y los dueños de azúcar en el país: “El grandioso proyecto se inició en la primera administración Uribe. La rentabilidad proyectada de Bioenergy iba a ser de 13,3 % sobre el capital, pero la Contraloría la calculó en 1,2 % en 2016, y solo entrará en plena producción en 2019”, sostiene el profesor emérito (Lea más: Corrupción de alto nivel en Reficar)

Así mismo, el especialista destaca que en el contrato a Episol no hubo ningún tipo de licitación aún cuando se sabía que la empresa era conocida en Argentina y Chile por los constantes sobornos a funcionarios, a la vez que no contaba con la experiencia para el diseño y construcción de plantas de etanol, posible factor que incidió en que el día de la inauguración de una planta eléctrica estallara una de sus calderas.

¿Para qué existe una empresa pública como Ecopetrol en el país si solo defiende los intereses privados? Este es el cuestionamiento con el que finaliza Kalmanovitz su reflexión sobre el descalabro financiero que le costó a la petrolera más de 107 millones de dólares, dinero provenientes de recursos públicos “que ciertamente no nos sobran”.

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