Luego del discurso de posesión del nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no está clara cuál será la perspectiva con relación a Colombia que manejará esa administración. Así inicia el análisis de la decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Sandra borda, publicado el pasado 22 de enero en las versiones impresa y digital de El Tiempo.
Para la experta, nuestro país no es una prioridad en la agenda internacional de Estados Unidos en estos momentos, al tiempo que no ha sido designado ningún funcionario clave para la implementación de una política exterior con respecto a Colombia y la región: “La prioridad de Trump será reducir el gasto estatal. Durante la campaña insistió, y en esto lo acompaña la mayor parte del Partido Republicano, en que no cree en un Estado grande y derrochador y que es el momento de empezar a recortar y jalarle a la austeridad. Normalmente, cuando se hacen estos anuncios, el sector de la asistencia y la cooperación internacional es el primero que más sufre”, argumenta Borda.
Al respecto, la decana enfatiza que la ayuda que brinda Estados Unidos a Colombia puede que no varíe en volumen sino en calidad, volviendo a los esquemas de ayuda militar: “Es poco probable que Trump mantenga los esfuerzos de Obama por reformar la guerra contra las drogas. Lo que sigue será un endurecimiento del discurso y de la práctica de esta guerra, y ello pondrá al presidente Santos en un lugar incómodo. El discurso del colombiano –si bien no lo practica del todo– ha sido de carácter reformista y va a entrar en abierta contradicción con un discurso estadounidense que estará lejos de tener estas características”, puntualiza.
Ahora lo que se viene es saber en qué terminarán algunos de los acuerdos negociados en La Habana con presencia de autoridades estadounidenses, especialmente lo que tiene que ver con las solicitudes de extradición de algunos miembros de las Farc, que en últimas puede ocasionar un retroceso que ponga en riesgo el blindaje jurídico de la ex guerrilla a largo plazo.
