Información general de la asignatura

DESARROLLO SOSTENIBLE

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  • ÁREA ACADÉMICA CIENCIAS BIOLÓGICAS Y AMBIENTALES

PRESENTACION

Para la década de los años cuarenta y cincuenta el interés por la sostenibilidad era poco, la idea de crecimiento económico sin tener en cuenta el efecto en el deterioro de los recursos naturales y por ende, en las condiciones de vida de la población más vulnerable era el modelo predominante. Los preceptos de la teoría neoclásica, que establece al PIB como variable determinante del crecimiento y desarrollo de un país, difícilmente permitían abordar en los estudios de mercado de bienes y servicios, toda la complejidad que conlleva el progreso de las sociedades, principalmente los aspectos ecológicos que se interrelacionan con el crecimiento y el cambio tecnológico. Posteriormente, hacia los años setenta, los primeros problemas medioambientales serios, obligan a los países industrializados a que consideren reducir su ritmo de expansión (Paniagua y Moyano, 1996) y a intentar incluir el criterio de sostenibilidad en sus proyecciones de crecimiento; en ese sentido, la Conferencia de Estocolmo (1972), el Programa de las Naciones Unidas para la Protección del Medio Ambiente-PNUMA y la creación de la Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo-CMMAD (1983) marcaron el camino hacia la búsqueda de estrategias para el cambio teniendo como base un modelo de desarrollo sustentable.
En 1987, el reporte de la Comisión conocido como Informe Brundtland ofreció una definición para el desarrollo sostenible, que se convirtió en punto de referencia, al concebirlo como aquel que “satisface las necesidades de la generación actual sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades" (Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo-CMMAD, 1987). Este informe y posteriormente, la Cumbre de la Tierra que dio como resultado la elaboración de la Agenda 21, constituyeron un referente clave que ha servido de base para posteriores ajustes, nuevas adjetivaciones y construcciones complementarias, alrededor del concepto de la sustentabilidad del desarrollo.
En la actualidad, alrededor de la sostenibilidad, podemos encontrar varias escuelas de pensamiento ecológico dentro de las ciencias sociales; tal y como lo explica Tetreault (2008) las más destacadas serían cinco: a. el modelo de desarrollo sostenible según la propuesta realizada en el Informe de Brundtland y la Agenda 21, que es el predominante a nivel mundial; b. la economía ambiental que intenta introducir consideraciones ecológicas en la teoría neoclásica; c. la economía ecológica, que incorpora un análisis de flujos de energía, enfocándose especialmente en las limitaciones que tiene el enfoque de la economía ambiental; d. la ecología política, que intenta analizar la dinámica socioeconómica e interrelacionarla con los problemas ambientales, haciendo especial énfasis en el estudio de las relaciones de poder entre diferentes actores y grupos sociales; y e. la agroecología que busca recuperar y promover el desarrollo de los aspectos positivos de la producción campesina tradicional (Tetreault, 2008).
Los criterios ecológicos del desarrollo tienen como fin la creación de un espacio adecuado para el bienestar del ser humano, en la medida en que éste se relaciona con el entorno y examina sus posibilidades en función del territorio y de las libertades individuales que posee. En ese sentido, las bases del desarrollo humano sostenible pueden definirse en los siguientes términos:
“…un proceso de expansión de las libertades reales de que disfrutan los individuos. El desarrollo exige la eliminación de las principales fuentes de privación de la libertad: la pobreza y la tiranía, la escasez de oportunidades económicas y las privaciones sociales sistemáticas, el abandono en que puedan encontrarse los servicios públicos y la intolerancia o el exceso de intervención de los estados represivos” (Sen, 2000, págs. 19-20).
El énfasis entonces debe ser puesto en cada habitante del territorio y en el reconocimiento del conjunto de valores naturales, ambientales y culturales que le circunda. Bajo este esquema, “el ser humano debe ser el sujeto activo y la finalidad última del desarrollo, en consecuencia, se ubica al desarrollo humano como elemento central de la sustentabilidad” (Organización Latinoamericana de Energía-Naciones Unidas, 2003, pág. 29). El desarrollo sostenible debe ser humano, en la medida que se entiende como el desarrollo integral de los seres humanos en armonía con los ecosistemas (Rendón, 2007).
Partiendo de la discusión del desarrollo sostenible en sus diferentes aproximaciones teóricas y en la revisión crítica y propositiva de diferentes propuestas y experiencias implementadas, este curso ofrece herramientas conceptuales y metodológicas para la inclusión del tema en las políticas públicas y la planeación urbana y regional, en el respectivo contexto territorial, social y cultural.

OBJETIVO DE APRENDIZAJE

• Promover el aprendizaje y el entendimiento de la problemática estructural relacionada con las desigualdades, la exclusión, la pobreza, la violencia y el deterioro de los recursos naturales a nivel regional y global.
• Impulsar el conocimiento integrado del concepto de desarrollo sostenible como un escenario de acción multidisciplinar.
• Abordar el estudio de la sostenibilidad bajo cinco dimensiones: económico, social, cultural, institucional y ambiental.
• Comprender la importancia de la cultura y su relación con el entorno, que incluye el aire, el agua, el suelo, los recursos naturales, la flora, la fauna, los seres humanos, y su interrelación e impacto transversal en el progreso de las comunidades y naciones.

RESULTADO DE APRENDIZAJE

Formular políticas y criterios ambientales sectoriales, conducentes a la adopción de procedimientos efectivos en el manejo ambiental para mitigar, reducir y combatir con eficacia la degradación ambiental y promover el desarrollo sostenible.

FECHA DE ACTUALIZACION

2024-11-03

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