Con un exceso de confianza tremendo y desesperante, se jugó el partido. Todo lo que Wilson Gutiérrez trabajó en la semana, advirtiéndoles a los muchachos que no se confiaran, que la clasificación no estaba segura, que esos tres goles de diferencia en la serie había que protegerlos y hasta pensar en aumentar la diferencia, pero al parecer todo esto fue omitido por los jugadores.
El equipo jugó muy conforme, con la idea de manejar el resultado. Once Caldas marcó el primer gol por intermedio de César Arias, de penalti. Errores defensivos le permitieron a este delantero conseguir el tanto para el equipo visitante.
A Santa Fe le faltó jugar con mayor seriedad este partido. No quedó nada del equipo que hizo una gran presentación en Manizales. El rival nos manejó el partido, nos hizo ver mal, desnudó todos nuestros errores y de milagro la diferencia no aumentó.
En la parte complementaria, Santa Fe siguió con el mismo ritmo y se dejó encerrar de Once Caldas, cometieron muchos errores atrás, aunque también es cierto que el rival jugó con mucha intensidad, es una virtud de ellos.
El segundo gol para el Once también llegó a través de César Arias. Ahí sí se complicó mucho el partido, llegaron los nervios para el equipo cardenal, pocas personas sentadas en las tribunas del estadio; un gol en contra más y la serie se definía por penaltis. Partido de ida y vuelta hasta que por fin, con un taponazo de media distancia, Yerri Mina descontó para dejar el global 5 – 3.
Un gol que tranquilizó y llegó en un momento justo, cuando faltaban 4 minutos para el final.
Independiente Santa Fe se clasificó, pero que mal se jugó. Que la alegría por lograr el paso a las semifinales no tape el discreto nivel mostrado por el equipo mostrado en Bogotá.
Las fechas de las semifinales de la liga postobon las encuentra AQUÍ