Margarita Matiz, una embajadora tadeísta del diseño sueco

Margarita Matiz, una embajadora tadeísta del diseño sueco

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Margarita Matiz, una embajadora tadeísta del diseño sueco
Miércoles, Mayo 10, 2017
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Matiz es diseñadora industrial. Ha trabajado en la promoción del diseño sueco alrededor del mundo y participó en el diseño de un refrigerador para la NASA. Conozca aquí su historia.
Fotografías: Laura Vega - Oficina de Comunicación

Desde niña, las clases de educación artística e historia del arte, así como las actividades en las que experimentaba con materiales, pintaba y esculpía, cuando estudiaba en el Colegio San Patricio en Bogotá, fueron el principal semillero que incubó la pasión de Margarita Matiz por el diseño, gusto que también heredó de su familia, pues su abuela era artista, uno de sus tíos es fotógrafo profesional, su hermano es director de cine, y su papá era un aficionado a los carros y motos, situación que le permitió comprender las primeras nociones de Diseño industrial, carrera que inició en el año de 1992 en Utadeo: “Creo que el mundo del diseño lo imaginaba con grandes industrias y siempre pensaba en algo que me gusta que son los procesos al crear un producto o un proyecto. Algo que continúa apasionándome. Ahora imagino constantemente el diseño como una valiosa herramienta”, recuerda la tadeísta.

Para Matiz, la Universidad fue el escenario para combinar la teoría y el trabajo práctico, y desde su alma mater encontró el camino profesional que quería seguir. Su paso por Utadeo le enseñó a fijarse metas más allá de lo posible; una de ellas, realizar sus prácticas industriales en Italia, lo cual se tradujo en toda una experiencia de vida. 

Y es que las fronteras se expandieron para esta diseñadora colombiana. Posteriormente se radicó en Suecia, gracias a la maestría MFA que cursó en la Universidad de Arte, Manufactura y Diseño Konstfack, ubicada en Estocolmo. Allí se sumergió en el mundo del diseño sueco, la cultura y su forma de educación, al tiempo que estableció una red de importantes contactos para su futuro profesional. Una de esas personalidades fue la embajadora Marie Andersson de Frutos, quien para el año 2003 quería hacer un evento sobre diseño sueco en nuestro país. La diplomática se enteró de la existencia de Matiz a través de un artículo periodístico de la Revista Axxis, y de inmediato la contactó. (Lea más: ‘El diseño inclusivo debe ser parte del ADN del diseño’)

A partir de ese momento, la tadeísta se convirtió en una embajadora del diseño sueco por el mundo, actividad que ha venido desarrollando como consultora en el Instituto Sueco, pues como ella misma lo menciona, el diseño debe ser promocionado dado que es una herramienta de desarrollo y de mejora de la calidad de vida de todos, que debe ser inclusivo, ecológico e innovador: “en Suecia el diseño es democrático, honesto, innovador. Se inspira e influencia por la naturaleza. En Colombia creo que es de suma importancia que las compañías vean el diseño como un componente natural para poder desarrollarse, crecer y competir en el mercado”, comenta Matiz acerca de las diferencias del diseño en los dos países, a partir de su experiencia en Europa.

Un refrigerador espacial con sello colombiano

Como lo asegura la diseñadora, su actuar profesional ha sido interdisciplinario, pues crea mensajes sin importar el campo donde trabaje. Para ella lo único importante es lo significativo de la experiencia, pues se trata de procesos en los que se aprende, se siente empatía, se crea, y ante todo, se generan experiencias inolvidables: “Constantemente me influencia viajar, conocer otras culturas y entender la forma como estas ven la vida y se adaptan a ella. Estas experiencias son referencias que manejo en mi trabajo diario. La naturaleza y el arte son mi fuente de inspiración constante”.

Uno de esos proyectos ha sido FRIO (Freezer Refrigerator In Orbit, por sus siglas en inglés), un refrigerador espacial, cuya idea nació como parte del trabajo de grado en Konstfack. Matiz quería combinar en un objeto dos de sus pasiones: el espacio y la alimentación. Tras contactar a diferentes funcionarios de la NASA, finalmente recibió una carta de Charles Bourland, considerado una leyenda en los Estados Unidos pues ha participado en todas las misiones espaciales de ese país, y para ese entonces era el encargado de la división de alimentación del Johnson Space Center.

Así Matiz desarrolló el diseño del refrigerador para la Estación Espacial Internacional, que estaría ubicado en el módulo habitacional en el que trabajarían ocho astronautas. Inicialmente, el objeto estaba dividido en cuatro compartimentos, entre ellos las funciones de refrigerador y congelador, así como sugerencias sobre el menú del día, basado en una dieta preestablecida en tierra con los nutricionistas. El objetivo principal era hacer sentir a los viajeros del espacio como en casa.

El proyecto fue todo un éxito cuando lo presentó en la universidad sueca Konstfack, así que lo envío a la NASA, y de inmediato la Agencia Espacial Europea la contactó para hacer realidad el modelo: “me puse nerviosa, se me cayó el teléfono”, recuerda Matiz, quien tras cumplir una serie de requerimientos viajó a Holanda para laborar con la Agencia durante un año, periodo en el cual trabajó de la mano con astronautas e ingenieros, conoció los materiales que se debían utilizar en el espacio, así como sus principales limitaciones. Así por ejemplo, descubrió que en su propuesta no debía utilizar cinta magnética pues interfería algunos de los procesos que allí se daban, al igual que era imposible utilizar puertas que debían empujarse debido a la gravedad: “Diseñar para el espacio tiene muchas limitaciones. Tuve que aprender qué es sentirse flotando”.  

Luego, continuó trabajando este proyecto en Suecia, en conjunto con la agencia No Picnic, lugar en el que actualmente continúan desarrollando los empaques para transportar los alimentos al espacio. La Agencia Espacial Europea le entregó a la NASA el refrigerador, y esta a su vez lo probó para todos los lanzamientos espaciales, aprobando así su utilización. Por su parte, empresas reconocidas mundialmente como Ferrari y Daimler-Chrysler han trabajo en el refrigerador, en el perfeccionamiento del sistema de cerraje y de refrigeración, respectivamente. Ahora, el RFR se encuentra en manos de la NASA para ser implementado a futuro en el Espacio.

Una vida que se esculpe con las experiencias

Creo que la vida en general está llena de herramientas con las cuales vamos esculpiéndonos, y lo importante es ser perceptivo a las constantes influencias que se pasan por nuestro camino”. Esta es una de las enseñanzas que Matiz brinda a todos aquellos diseñadores que se están formando o se encuentran iniciando su vida profesional. A ellos les recuerda la importancia de sacar provecho a todas las oportunidades que les brinda la Universidad, al tiempo que se debe desarrollar una necesidad constante por el conocimiento, con la mirada hacia el futuro.

Aunque no puede definir a un solo artista y diseñador como su principal referente, si reconoce que admira al escultor británico Anish Kapoor, a quien vio por casualidad en Paris, durante una charla del artista: “Fue fantástica la explicación de su obra y como trabaja con el vacío como materia”, relata Matiz, quien además ama ver las exhibiciones de arte, al tiempo que le encanta ver el trabajo de los artistas emergentes, y si es posible, hablar con ellos para comprender el sentido de sus obras. Pues como la diseñadora lo destaca, el arte significa encontrarse con sí misma. 

Fotos

Reconocimiento personería jurídica: Resolución 2613 del 14 de agosto de 1959 Minjusticia.

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