Milan Rozsa fue uno de los activistas gays más importantes de Europa, pero, su lucha incansables ha llegado a su final, este hombre, se arriesgó por su la comunidad LGBTI cuando asaltó la embajada rusa de Budapest en su defensa, según la versión que se conoce una depresión lo llevó al suicidio.
Hace unos días se conoció la historia de esta pérdida, según testigos, fue atropellado por un tren, pero lo que se dice es que fue él mismo quien se lanzó, aunque parece ilógico que llevara tanto tiempo luchando en pro de los derechos humanos y luchando contra la discriminación para terminar él mismo con su vida, es una versión que deja muchas dudas por resolver.
Lo más doloroso de esta historia es que en su familia es el segundo suicidio que ocurre, el anterior a este fue el de su padre en el año 2011 después de que su hijo encabezó la marcha del orgullo gay; personas cercanas a Milan aseguran que tenía depresiones constantes.