Tsai Ing-wen, del Partido Democrático Progresista, ha tomado posesión de su cargo como presidenta de Taiwán. En el acto, que ha tenido lugar en un complejo presidencial de Taipei, se ha comprometido a cumplir con sus obligaciones de acuerdo a la Constitución, así como a promover el bienestar social de la gente y proteger la seguridad del territorio.
El partido al que pertenece, que Pekín considera proindependentista, llega ahora al poder por primera vez en ocho años.
Tsai ganó los comicios presidenciales en enero y se convierte en la primera mujer que accede a la presidencia de Taiwán.
En su discurso inaugural, adoptó una postura moderada en cuanto a los vínculos con la China continental, en vez de decantarse por una política radical a favor de la independencia, y ha expresado su voluntad de mantener unas relaciones estables.
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